jueves, 22 de noviembre de 2018

Antes de la tormenta


La obra maestra de Jason Lutes, 'Berlín, 3. Ciudad de luz', ganadora de cinco premios Eisner, avisa de cómo una sociedad liberal puede acabar abrazando el fascismo




JAVIER FERNÁNDEZ
21 Noviembre, 2018





'Berlín, 3. Ciudad de luz'. Jason Lutes. Astiberri. 176 páginas. 22 euros.

Veintidós años y veintidós capítulos después, la trilogía de Berlín llega a su conclusión con Ciudad de luz, continuación de Ciudad de piedras y Ciudad de humo. Elegida en 2005 como una de las mejores novelas gráficas de todos los tiempos por la revista Time, ganadora de cinco premios Eisner, dos Ignatz y un Harvey, la obra maestra de Jason Lutes retrata la vida de un conjunto de personajes en el Berlín anterior a la Segunda Guerra Mundial, y sirve como aviso de cómo una sociedad liberal puede acabar abrazando el fascismo. Con un estilo gráfico sereno y ordenado, de narrativa limpia, Lutes se aleja de los hitos históricos (a los que dedica solo algún plano suelto, alguna pincelada) y se recrea en las pasiones, las esperanzas, las frustraciones y los fracasos de un periodista desencantado, una aspirante a artista, una mujer que se disfraza de hombre, una niña que defiende la revolución comunista, una familia de judíos; máscaras olvidadas por la historia con las que es fácil identificarse. Y como protagonista absoluta, como deja claro el inicio y el final de Ciudad de luz, la propia Berlín, la urbe que asiste impertérrita al teatro humano y lo devora todo. Poco puedo añadir sobre Berlín que no se sepa, solo me sumo a los que consideran esta larguísima novela gráfica una de las experiencias más gratificantes del medio en sus últimas décadas.





Repasando otras obras norteamericanas del catálogo de Astiberri, les recomiendo la lectura de Un tipo duro, del siempre sobresaliente Jeff Lemire. El canadiense ha demostrado una solvencia inusitada dentro y fuera del tebeo independiente, pues sus trabajos comerciales resultan tan apreciables como los, digamos, más personales, aunque reconozco que son estos últimos los que me hacen considerarlo uno de los nombres imprescindibles del panorama actual (si aún no han leído Black Hammer, no sé qué esperan para hacerlo). En esta onda se enmarca Un tipo duro, la historia de un antiguo jugador de hockey que malvive en una remota comunidad del norte, bebiendo sin parar y desahogando su rabia a base de puñetazos. Hasta allí llega la hermana del protagonista, escapando del maltrato al que le somete su novio, y los dos hermanos se refugian en una casucha aislada en medio del bosque. Secretos familiares y personales, tensiones no resueltas, violencia contenida, la amenaza de la autodestrucción son algunos de los elementos de este ejemplo del mejor Lemire.





Por último, les recomiendo que se acerquen a La joven Frances, novela gráfica de debut del también canadiense Hartley Lin (que ya había ganado diversos premios por su serie de comic-books Pope Hats). Frances es una asistente jurídica cuya mejor amiga decide trasladarse de costa para trabajar en una serie de televisión, lo que le llevará a replantearse su vida monótona. El grafismo de Lin sigue la estela de otros paisanos (qué se yo, Chester Brown, Seth) y su poética tiene también ese poso intimista y el talento para observar lo cotidiano que se opone, gracias a dios, a la tendencia dominante allende los mares.


Malaga Hoy

Secretos desvelados

JAVIER FERNÁNDEZ
21 Noviembre, 2018







'El hombre garabateado'. Serge Lehman, Frederik Peeters. Astiberri. 328 páginas. 26 euros.

El suizo Frederik Peeters, uno de los nombres propios de la historieta europea reciente, regresa a escena con El hombre garabateado. Se trata de un apasionante thriller fantástico escrito por Serge Lehman, protagonizado por tres mujeres: Betty, su madre Maud y su hija Clara, tres personajes que parecen vivos a ojos del lector. La vieja Maud es una escritora de setenta y cinco años a la que un ictus acaba llevando al hospital, lo que acaba desvelando una extraña trama de asesinatos que se remonta a los tiempos de la Segunda Guerra Mundial. Su nieta Clara es la que encuentra el cuerpo de Maud, al mismo tiempo que un hombre enmascarado se cuela en la casa y la pone patas arriba en busca de un paquete que, supuestamente, debía darle la vieja. Cubierto de alas, ataviado con un sombrero, el hombre tiene algo de monstruoso y podría ser el autor de dichos asesinatos, pero eso significaría que tiene ¿cuántos?, ¿cien años? Digo que son tres protagonistas, pero la trama recae sobre todo sobre Betty, que es la que inicia la investigación sobre la misteriosa relación que existe entre su madre, los sueños de su hija, los suyos propios, y la inquietante criatura alada. Ritos paganos, leyendas ancestrales y relaciones humanas se conjugan en un tebeo hipnótico, de agobiante atmósfera, agraciado por la línea y el storytelling vertiginoso de Peeters.


Otro álbum de Astiberri que me ha mantenido pegado a la silla es El vals del gulag, escrito por Denis Lapière y dibujado con Rubén Pellejero. Esta bellísima historia de amor nos conduce a los sinsentidos de la Rusia estalinista de los años 40 y 50. Tras una denuncia anónima, Víktor Kolomeytsev es detenido y deportado a Siberia, y no regresa cuando millares de prisioneros son indultados y regresan a sus hogares. Kalia, mujer de Kolomeytsev y auténtica heroína del libro, viaja a Siberia en busca de su marido y descubre el horror de la vida en el gulag. Terrible como es la historia, Pellejero se las arregla para convertirla en una experiencia muy hermosa, que se devora de principio a fin.


Malaga Hoy


El machismo en Japón


JAVIER FERNÁNDEZ
21 Noviembre, 2018





'Obscenidad'. Rokudenashiko. Astiberri. 184 págs. 16 euros.

Obscenidad, compuesto fundamentalmente de historieta, pero también de textos y fotografías, nos enfrenta al problema del machismo en Japón. Su autora, la dibujante y escultora Rokudenashiko (nombre artístico de Megumi Igarashi y cuyo significado es "inútil" o "incapaz"), fue encarcelada en 2014 por infringir la ley japonesa relativa a la obscenidad al realizar una impresión 3D de su vulva y confeccionar un kayak con esa forma. Conviene tener en cuenta que, en el país nipón, la representación del sexo femenino es un tabú, en tanto existe un festival anual que celebra y venera el pene. El tribunal del distrito de Tokio terminó por declararla no culpable, dictaminando que la figura hecha de colores, piel falsa y purpurina puede considerarse arte pop, pero la herida sigue abierta y obras valientes como esta no dejan, por fortuna, de recordárnoslo.


Malaga Hoy

Fantasía, terror y humor


JAVIER FERNÁNDEZ
21 Noviembre, 2018




'Rumble, 2. Una pena que es locura'. John Arcudi, James Harren. Astiberri. 160 págs. 17 euros.

John Arcudi, guionista de AIDP, y James Harren, dibujante de Conan el bárbaro y la propia AIDP, unen esfuerzos en Rumble, una estupenda serie del catálogo de Image comenzada en 2014, vuelta de tuerca a los géneros de fantasía y terror. Su protagonista es un espantapájaros y dios guerrero que emprendió una guerra hace diez mil años contra monstruos y titanes y que tendrá que redefinir su concepción del bien y del mal cuando despierte en una ciudad estadounidense contemporánea. Acción y humor se dan cita en un tebeo adictivo, del cual se han publicado ya dos tomos recopilatorios: El color de la oscuridad y Una pena que es locura, el primero con los números 1 a 5 y el segundo con los 6 a 10, junto con copioso material extra.




Malaga Hoy

El fofisano

Las historias de 'Gordito Relleno' de José Peñarroya se publicaron en la revista 'Pulgarcito' y tienen como protagonista a un personaje inocentón, pacífico, solterón y sin oficio



GERARDO MACÍAS
21 Noviembre, 2018



'Clásicos del humor: Gordito relleno'. Guión y dibujos: José Peñarroya. RBA Coleccionables, 2009.

El término fofisano se ha puesto de moda en el siglo XXI para describir a un hombre que, aunque hace ejercicio de vez en cuando, no se obsesiona con esculpir sus músculos en el gimnasio, sino más bien al contrario: lleva su barriga con orgullo.

Pero el año 1948, el historietista español José Peñarroya creó en la revista Pulgarcito una serie protagonizada por un personaje fofisano. Se trata de Gordito Relleno.

El protagonista de la serie es sano en un doble sentido. Por un lado, el significado que le otorga la palabra fofisano; por otro lado, el significado que tiene la palabra sano en la sexta acepción reconocida por la Real Academia Española: "sincero, de buena intención".

Pacífico, panzudo y luciendo frecuentemente un bombín, Gordito Relleno está soltero y parece carecer de oficio fijo. Sus buenas intenciones terminan siempre en catástrofes. Inocente hasta decir basta, es víctima frecuente de timos y estafas de todo tipo por parte de desalmados.

Durante una breve temporada, en el año 1950, Gordito Relleno comparte sus historietas con otra creación de Peñarroya, Don Berrinche, antítesis de Gordito, personaje que se esfuerza a conciencia por hacerle la vida imposible, aunque es Don Berrinche quien suele salir malparado.

La popularidad de Gordito Relleno entre los jóvenes hizo que los responsables de chicles Dunkin lo seleccionaran para ser obsequiado con sus productos. Así se hizo en los 60 con muchos personajes de los tebeos de Editorial Bruguera. Su altura es de tres centímetros.

En una subtrama de la historieta Cachabolik Blues Rock (1988) de SuperLópez, el historietista Jan presenta a Martha, un personaje secundario con inclinaciones artísticas frustradas, ya que en vez de pintar lo que ella querría tiene que hacer dibujos de Gordito Relleno, Mortadelo, el pato Donald, Heidi o Mickey Mouse por motivos comerciales. El propio Jan tuvo que dibujar durante muchos años troquelados de estos personajes para sobrevivir. En la página 14 de este mismo mismo álbum, realiza un cameo el propio Gordito Relleno, escuchando música de Mozart.

Sergio Sanchez Morán y José Luis Ágreda diseccionan el mundo de los anuncios de televisión de una manera muy divertida en la revista El Jueves nº 1.802, de noviembre del año 2011, donde aparece Gordito Relleno en la historieta dedicada a los anuncios navideños.

Sin tener nada que ver con el historietista José Peñarroya ni con los cómics, la escritora Fina Casalderrey y el ilustrador Xan López Domínguez narran en la novela Gordito Relleno, publicada en el año 2009, la historia de un niño con sobrepeso y de cómo un hecho ocurrido en el campamento le hace cambiar de hábitos. Temas como la orfandad, la obesidad, el miedo, la soledad, la amistad y la relación padre-hijo se dan cita en este libro. Un niño en el campamento decide gastar una broma con la luz de la pantalla de su teléfono móvil por la noche. Zoel se asusta y sufre un accidente que le hará estar varios días hospitalizado. En la habitación del hospital es donde Zoel comienza a escribir sus memorias.

José Peñarroya (Castellón, 1910-Barcelona, 1975) fue un historietista español de la Escuela Bruguera. Fue portadista de muchas publicaciones de la casa, hasta bien entrados los años 60. Se le considera como uno de los cinco grandes pilares de la editorial en los años 50, junto a Guillermo Cifré, Carlos Conti, José Escobar y Eugenio Giner.

La familia de José Peñarroya se trasladó a Barcelona cuando él contaba solamente con dos años de edad; allí fue donde vivió el resto de su vida. En el año 1942, se ofreció para trabajar en los Estudios Chamartín de dibujos animados, donde conoció a otros dibujantes con los que pasó a trabajar en 1947 para Bruguera, iniciando así la edad dorada de la editorial.

En 1957, José Peñarroya se independizó, junto a otros cuatro importantes autores de Editorial Bruguera, formando la empresa DER junto a Josep María Freixa, dueño de la agencia y editorial Crisol, para crear la revista Tío Vivo.

Durante la siguiente década trabajó en varias revistas de Bruguera: El Campeón, Pulgarcito, El DDT, Ven y Ven. Las series más populares de José Peñarroya fueron Don Pío, Gordito Relleno, Pepe el Hincha, Pitagorín y Don Berrinche.



Malaga Hoy

El mal que reside

'Resident Evil: Marhawa Desire' (2012), de Naoki Serizawa y Capcom, es un manga que se sitúa entre la quinta y la sexta entrega de la conocida saga de videojuegos


GERARDO MACÍAS
14 Noviembre, 2018



'Resident Evil: Marhawa Desire'. Guion: Capcom. Dibujos: Naoki Serizawa. Planeta Cómic, 2015.

En el año 1996 nació en Japón la saga de videojuegos titulada Biohazard, que fue rebautizada en Estados Unidos y Europa como Resident Evil (que en inglés significa el mal que reside). El gran éxito propició que a partir de los videojuegos se desarrollase una franquicia de medios, entre los que se incluyen novelas, películas, figuras de acción, guías de estrategia, etc...

Desarrollados por Capcom y creados por Shinji Mikami la mayoría, se han vendido más de 60 millones de copias de los videojuegos en todo el mundo. La trama siempre gira en torno al mismo conflicto: la amenaza bioterrorista. Un peligroso virus se ha propagado por error o intencionalmente por la Corporación Umbrella, este al infectar a los humanos, los transforma en seres monstruosos.

Resident Evil, como no podía ser de otra manera, también originó cómics. En este caso, cómics japoneses, o sea manga. En 2012 se publicó en Japón el tercer manga de la saga, una serie titulada Resident Evil Marhawa Desire, que vio la luz en la revista Weekly Shönen Champion, de la editorial Akita Shoten. Con dibujos de Naoki Serizawa, este título sirve de precuela al videojuego Resident Evil 6. Dicho manga finalizó el año 2013 y consta de un total de cinco tomos recopilatorios.

Marhawa Desire se sitúa en Singapur durante la investigación de la B. S .A. A. (Bioterrorism Security Assessment Alliance, o Alianza de Seguridad contra el Bioterrorismo) de un brote viral en una prestigiosa escuela, la Academia Marhawa. Este cómic marca el debut de Piers Nivans, que aparece en Resident Evil 6 como nuevo socio de Chris Redfield.

Una estudiante ha aparecido infectada, y todo lo relacionado con dichos incidentes fue silenciado por la directora, la Madre Gracia, que no dice nada a sus estudiantes para no desprestigiar la academia. La Madre Gracia es una monja de rostro casi inexpresivo, a la que el honor le preocupa más que la misma situación. La Madre Gracia contacta con el Profesor Doug Wright, un experto en Genética, para que investigue, y éste lleva consigo a su sobrino Ricky Tozawa, adolescente orientado al humor y al flirteo con las alumnas. La Madre Gracia no quiere que la B. S .A. A. intervenga. A pesar de eso, Doug intenta contactar con Chris Redfield, pero no lo logra.

La B. S .A. A. no tiene conocimiento sobre lo que pasa en la academia. Chris Redfield intenta contactar con Doug Wright, y gracias a las indagaciones de Merah Biji y Piers Nivans descubre que está en la Academia Marhawa. Como la academia está aislada, la única forma de contactar con él es yendo. Sin embargo, al llegar se encuentran con un brote viral y que la academia ya ha caído ante la horda de estudiantes convertidos en zombis, entre los cuales también está el Profesor Doug. Allí, Chris logra encontrar a Ricky, quien tuvo que matar al zombi del profesor, en cuya cama hay una carta de la Madre Gracia en la que ésta informa de la existencia de un helicóptero destinado para usos de emergencia.

Chris se enfrenta a Nanan, una alumna convertida en arma biológica de tipo orgánico. Los tentáculos de Nanan y su gas virulento ponen a Chris en jaque. Además, en medio de tan cruento enfrentamiento hace su aparición la causante de la pandemia en la escuela: la mujer de la capucha. La Academia es un infierno y sólo quedan cuatro supervivientes: Ricky, Chris, Piers y Merah, que intentan llegar al helicóptero descrito en la carta de la Madre Gracia. Ricky y Chris luchan contra Nanan mientras esperan que Piers y Merah acudan en su ayuda. Mientras tanto, la mujer de la capucha se interpondrá en el camino de Ricky, que intenta escapar.

Como suele ser usual en los juegos de la saga de Resident Evil, el final de esta historia se centra en la desesperación de los protagonistas por tratar de sobrevivir a situaciones imposibles. Destaca el combate contra estas armas biológicas, dejando un poco en un segundo plano a los zombies, aunque son el detonante de un conflicto de intereses. El papel de los infectados es clave, pero se trata como una enfermedad más que como una situación insostenible. No obstante, la presencia de otras criaturas más feroces tiene lugar en las fugaces escenas de acción en las que participan Chris Redfield y su equipo de manera paralela.


Malaga Hoy

domingo, 18 de noviembre de 2018

Renacimiento de un género

JAVIER FERNÁNDEZ
07 Noviembre, 2018




'Astro City: Cambios'. Kurt Busiek, Brent Anderson y otros. ECC. 136 págs. 15,95 euros.

Astro City: Cambios reúne los números 42 a 46 (2017) de la famosa serie creada por Kurt Busiek y Brent Anderson en 1995, un título fundamental del moderno cómic de superhéroes, pieza clave del renacimiento del género después de los ejercicios deconstructivos de los diez años anteriores a su debut. Tras pasar por diversas editoriales, Astro City ha acabado recalando en el sello Vertigo, donde sigue demostrando un altísimo nivel. Siempre con Busiek en las tareas literarias, el presente tomo cuenta con el sólido Anderson en tareas artísticas, arropado desde siempre por las portadas de Alex Ross, aunque se suman también dos dibujantes invitados: Matthew Clark y otro de esos clásicos que son garantía de calidad, Rick Leonardi.



Malaga Hoy


sábado, 17 de noviembre de 2018

Un desafío artístico

JAVIER FERNÁNDEZ
07 Noviembre, 2018


'El desafío de Kamandi, 2'. VVAA. ECC. 192 págs. 17,50 euros.

El proyecto colectivo El desafío de Kamandi concluye con este segundo volumen editado por ECC. Concebido como un homenaje a la improvisación y la riqueza conceptual del mundo apocalíptico creado por Jack Kirby (una visión del futuro del universo DC protagonizada por Kamandi, el último chico de la Tierra), el presente tour de forcé ha contado con algunas de las firmas más interesantes del panorama comercial estadounidense. El tomo dos recopila los números 7 a 12 de The Kamandi Challenge (2017-18), y por aquí asoman autores como Tom King, Gail Simone, Steve Rude, Kevin Eastman, Walter Simonson, Ryan Sook o José Luis García-López. Según las reglas del juego, cada nuevo equipo creativo debe continuar la historia en el punto dejado por el anterior, así que la serie es un auténtico desafío artístico, en el que prima la sorpresa y la variedad estilística.


Malaga Hoy



El cubano que no regresó del frío por Paco Roca

















El Pais Semanal Nº 2.058. Domingo 6 de marzo de 2016

jueves, 15 de noviembre de 2018

Balada en el Oeste

El nuevo volumen dedicado a Blueberry recoge tres títulos de plena madurez del mejor wéstern de la historia del cómic, que comenzó su andadura en 1963 en 'Pilote'



JAVIER FERNÁNDEZ
14 Noviembre, 2018





'Blueberry. Integral, 5'. Jean-Michel Charlier, Jean Giraud. Norma. 216 páginas. 34 euros.


Norma Editorial nos tiene acostumbrados a publicar auténticos regalos, pero pocos se pueden comparar a la edición integral de Blueberry, el mejor wéstern de la historia del cómic. Los gruesos tomos de Norma no solo ofrecen los álbumes escritos por Jean-Michel Charlier y dibujados por Jean Giraud (nombre propio de Moebius), con los colores originales, rotulación, traducciones y calidad de reproducción a la altura de la obra, sino que están cargados de material extra, de modo que se convierten en compra obligada tanto para los que desconocen la serie como para los que la atesoramos en anteriores ediciones.

Este quinto integral contiene tres títulos de plena madurez de El teniente Blueberry: Chihuahua Pearl (1973), El hombre que valía 500.000 $ (1973) y Balada por un ataúd (1974), situados en la mitad del serial que comenzó andadura en 1963 en la cabecera Pilote. Tal como se explica en el prólogo que abre el tomo: "Tras el increíble díptico formado por La mina del alemán perdido y El fantasma de las balas de oro, Jean-Michel Charlier le ofrece a Jean Giraud una sinopsis de la historia del tesoro de los confederados. Tras un primer momento de duda (dos historias seguidas sobre un tesoro quizá resultaran excesivas), el ilustrador acepta y los dos compadres se lanzan a la aventura que se convertirá en una de las cumbres narrativas y gráficas de la serie y del cómic...".

Todo en El teniente Blueberry es sobresaliente, los argumentos, los personajes, la ambientación, los diálogos de Charlier, la línea orgánica de Giraud, pero si hay algo realmente excepcional y que sostiene el inagotable interés de los lectores por la serie es la hondura del propio protagonista. El cómic, como la literatura popular o el cine, está lleno de personajes emblemáticos, y pocas cosas resultan tan difíciles como aportar un nuevo icono al imaginario común, en este caso hablamos de "un personaje inconformista, militar indisciplinado, peleón y cabezota. Se aleja mucho del ideal del wéstern riguroso y limpio. Y su faceta de chico malo se ha acentuado a lo largo de los volúmenes". Hay en el presente arco argumental otro personaje de una pieza, Chihuahua Pearl, "una mujer, que es además una mujer de armas tomar. (...) Es la tercera que tiene un papel importante en la serie", después de Miss Muriel y Miss Marsh, "pero es la única que aparece en igualdad con los hombres. No solamente se enfrenta a ellos sino que lleva los pantalones, literalmente. Cierto es que se trata de alguien manipulador y egoísta, una mujer fatal para Blueberry. Pero los dos autores la idean como una mujer fuerte y le otorgan una personalidad cuya psicología se explica con razones más complejas que el simple gusto por el triunfo". Una y otro son dos de los muchos atractivos que encontrarán en esta trilogía de álbumes, pero es que hay tantos que no caben en unas pocas líneas. Recomendar El teniente Blueberry es tarea fácil, les aseguro que no encontrarán nada mejor en las librerías, en todo caso igual de bueno. Y este quinto integral es canela fina.


Malaga Hoy


Bichos y virus

JAVIER FERNÁNDEZ
14 Noviembre, 2018





'Bug, 1'. Enki Bilal. Norma. 88 páginas. 21 euros.

Para los lectores que crecimos leyendo historietas en la década de 1980, Enki Bilal es algo así como un nombre mítico. El dibujante, guionista y director de cine yugoeslavo afincado en Francia nos tenía fascinado con su particular forma de abordar la ciencia ficción y la fantasía en obras como El crucero de los olvidados (1975), El navío de piedra (1976) o La ciudad que nunca existió (1977), o más orientadas a lo social como Las falanges del orden negro (1979) o Partida de caza (1983), todas con guion de Pierre Christin. Entre estos extremos, Bilal había colaborado también con figuras como Jean-Pierre Dionnet y hasta se había atrevido a firmar títulos en solitario, como el sobresaliente La feria de los inmortales (1980). Pero fue en 1986 cuando nos dejó boquiabiertos con uno de los mejores álbumes de la década, La mujer trampa, que, en su día, fue algo así como el sumun del tebeo de autor de ciencia ficción. Con aquella historieta distópica, oblicua, de densa atmósfera, complejos personajes y extraños giros argumentales (especie de continuación de La feria de los inmortales y eslabón central de lo que se conoce como la Trilogía Nikopol), Bilal se convirtió en la avanzadilla del cómic franco belga, y, en cierto sentido, significó una cumbre que rara vez se ha vuelto a superar. (A un nivel puramente estético, me permito recomendar aquí, a los que no lo conozcan, el libro ilustrado Fuera de juego, con textos de Patrick Cauvin, en el que Bilal llega a ser más Bilal que nunca.)

Desde entonces, se han publicado otras muchas obras del dibujante, aunque cada vez más espaciadas y un poco menos firmes, seguramente por sus pinitos en el cine entre 1989 y 2004. Y así, tras una larga ausencia, llega ahora a librerías Bug, la nueva serie de Bilal, con un argumento realmente idiosincrático (la doble amenaza en el futuro de bichos y virus informáticos) y la estética siempre envolvente del mejor Bilal. La oportunidad perfecta para renovar los votos con uno de los artistas más apreciados que ha dado el medio.


Malaga Hoy


Relevo en la producción

JAVIER FERNÁNDEZ
14 Noviembre, 2018




'Los Pitufos. Integral 4'. Peyo y otros. Norma. 240 págs. 32 euros.

La reedición integral de Los pitufos alcanza su cuarto volumen, que recopila los álbumes El extraño despertar del pitufo perezoso, El pitufo financiero, El pitufador de joyas, Doctor pitufo y El pitufo salvaje, el primero de ellos publicado allá por 1991. Como explica Antoni Guiral en el completísimo prólogo que acompaña a las historietas (no me canso de alabar la capacidad de Guiral para informar a los lectores de todos los detalles que rodean a la edición de cada una de estas historietas), asistimos aquí al inevitable relevo en la producción de Los pitufos: Peyo, que ya había dado el paso a la esfera empresarial (como se explica en el anterior integral), firma sus últimas páginas y deja la serie en manos de otros colaboradores que mantendrán alto el nivel de calidad. Se trata del guionista Thierry Culliford (hijo de Peyo) y el dibujante Alain Maury.


Malaga Hoy

Un álbum revisado

JAVIER FERNÁNDEZ
14 Noviembre, 2018



'La sombra de un hombre'. Benoit Peeters, François Schuiten. Norma. 104 págs. 26 euros.

La sombra de un hombre es uno de los álbumes más importantes de Las ciudades oscuras, esa maravillosa serie escrita por Benoit Peeters y dibujada por François Schuiten que se cuenta entre las mejores historietas de todos los tiempos, con su desbordada imaginación y la elegancia infinita de sus imágenes. En esta ocasión, la reedición sirve para que los autores revisen el contenido y realicen una serie de modificaciones que se explican en detalle en el apartado final, de modo que, en palabras de Peeters, "el álbum que se publica hoy difiere de manera evidente del de 1999". Se modifican viñetas, desaparecen cinco páginas, que se incluyen en el epílogo y "el final, sobre todo, es completamente nuevo y del todo diferente".

Malaga Hoy

sábado, 10 de noviembre de 2018

El cómic de Lorca: vida, muerte y homosexualidad, sin tapujos

Ian Gibson y Quique Palomo llevan a viñetas la vida del poeta sin dejar de lado sus aspectos más ocultos ni su asesinato

Portada del cómic de Ian Gibson y Quique Palomo sobre Lorca.

JESÚS RUIZ MANTILLA
Madrid 8 NOV 2018
La pistola de una mano anónima apunta a su cabeza, cara a la muerte. El resplandor como tímido fondo de un cauto amanecer no borra la negrura de la noche. Olivos, pedruscos y la sombra del poeta rodean la fosa en los alrededores de Alfacar (Granada). Por la contraportada desfilan el resto de víctimas que acompañaron a Federico García Lorca en la hora final. A paso lento, le sigue Dióscoro Galindo, el maestro republicano y cojo de Pulianas. Al fondo, un guardia de asalto sujeta en lo alto del vehículo a uno de los banderilleros anarquistas —Francisco Galadí o Joaquín Arcollas— que cayeron también en aquella jornada de odio, sangre y hiel…


Es el dibujo elegido en la portada de Vida y muerte de Federico García Lorca (Ediciones B), el cómic que Ian Gibson y el dibujante Quique Palomo han creado conjuntamente. Muestra a Lorca sin tabúes ni tapujos. Su infancia en la Vega de Granada y su juventud en Madrid como inquilino de la Residencia de Estudiantes. Familia y amores clandestinos; triunfos globales —España y América— y los fracasos de sus intimidades. La proteína de su obra y el desperdicio que supuso su caída a manos de un escuadrón asesino. Una inmolación, con señales de escarmiento, a manos, dice Gibson, “de la que el poeta había llamado poco antes la peor burguesía de España: la granadina”.

No es fácil dibujar a un mito. Todo el mundo guarda en la memoria cualquier gesto, una fotografía, el sintagma de una sonrisa. “Existe una iconografía lorquiana”, comenta Palomo. “Dentro de esas circunstancias hay cosas que resultan fáciles y otras no tanto. La primera es que lo puedes caricaturizar. Existe en él una relación entre las cejas y la frente muy característica. Algo pasa con su barbilla, también”.

“Su obsesión por la injusticia social era  visible desde sus escritos iniciales, como su público y notorio antifascismo", asegura Gibson

Pero debe dar juego para 600 imágenes. “Con variaciones sobre esos elementos, se puede intentar”, asegura el dibujante. Y entre diversos escenarios que te conducen por una vida intensa. “Trazándole y estudiándole te das cuenta de que fue alguien que aprovechó su vida y sus circunstancias para ir a por todas”. Y eso que en ciertos aspectos no lo tuvo fácil. “Ser homosexual en las primeras décadas del siglo XX conllevaba demasiadas restricciones. Pero, por otra parte, eso produce en él unas revelaciones y cuestionamientos que enriquecen su obra”.

Su identidad sexual fue uno de los motores principales a exprimir en su afán creativo. “Todo un eje para el trabajo”, comenta Quique Palomo. Su crimen, también: “Aquella situación de caos y represión debía ser reflejada en nuestro cómic”. También el escarnio, enjaulado en una gélida coreografía de sombras, al mismo nivel que la alegría de vivir.

Como la que nos transmite desde su infancia, donde alternaba los juegos callejeros con su afición a representar misas. Su fascinación por los cómicos de la legua, los títeres y la música popular junto a un apego a la mística de la tierra y los arados, contagiada por su padre. O su juventud en Madrid, con sus inseparables Dalí y Buñuel. Anduvo enamorado del primero, con quien compartió escarceos y verdadera pasión, pero mosqueado a menudo con el otro, debido a ese empeño que tenía el aragonés en pasearle por burdeles para ahuyentar —o confirmar— sus sospechas de que fuera homosexual.

Junto a ellos también desfilan por las páginas otros grandes cómplices del autor: Manuel de Falla, Andrés Segovia, Margarita Xirgu, sus poetas más o menos coetáneos… También amantes cruciales, caso de Emilio Aladrén. O los lugares donde se transformó y triunfó: Nueva York, Cuba, Buenos Aires. Un completo recorrido por la luz de su imán antes de que lo despeñaran en el martirio.

La complicidad entre Palomo y Gibson no ha fallado desde el primer momento: “Empatizamos enseguida”, afirma el hispanista experto en la figura del poeta. “Quique ya admiraba a Lorca, de modo que nada de empezar desde cero. Le pasé una sinopsis de su vida y obra y leyó mi biografía. En nuestras primeras sesiones decidimos poner mucho énfasis sobre la larga infancia del futuro autor en la Vega de Granada, raíz de su mundo. Y sobre la extraordinaria vitalidad creativa que le permitió elaborar en solo veinte años (1916-1936) un muy variado corpus literario hoy admirado y estudiado universalmente”.

Aparte de los temas ya mencionados, Gibson hace hincapié en otros: “Su obsesión por la injusticia social, visible desde sus escritos iniciales y su público y notorio antifascismo. La identificación con la Granada mestiza perdida desde 1492 y sobre la que Lorca creía que le había empujado a sentirse cerca de los perseguidos. Su compromiso con el programa cultural de la República y una incomparable combinación de dones, entre ellos, el de la música. La extraordinaria mezcla de lo popular y lo más contemporáneo característica en su producción…”, apunta el autor. Con ese deseo perpetuo de acercarse continuamente a lectores de todos los ámbitos y su afición al dibujo, a Lorca, sin duda, le hubiera encantado este guiño a la cultura popular en forma de cómic.


El Pais


viernes, 9 de noviembre de 2018

Deriva dimensional

JAVIER FERNÁNDEZ
07 Noviembre, 2018




'Authority: El año perdido'. VVAA. ECC. 304 páginas. 29,50 euros.

Creado para el sello WildStorm por Warren Ellis y Brian Hitch, como continuación del trabajo del primero en la serie StormWatch, The Authority es uno de los tebeos de superhéroes más influyentes de las dos últimas décadas. La cabecera se inició en 1999 y tuvo dos etapas espectaculares, la inicial, de Ellis y Hitch, y su continuación a manos de Mark Millar y Frank Quitely. Una y otra han sido compiladas por ECC en dos tomos, y a estos se suma ahora Authority: El año perdido, con lo que podría haber sido el siguiente gran paso en la trayectoria del supergrupo, y es que, en 2006, Grant Morrison y Gene Ha se hicieron cargo de Apolo, Midnighter y compañía. Por desgracia, la cosa se fue al traste a los dos números por los compromisos de Morrison con DC. Y así podía haberse quedado todo, como un proyecto frustrado más, cuando, tres años y pico más tarde, WildStorm decidió completar la línea argumental encargando el trabajo a Keith Giffen y Darick Robertson. Giffen pidió a Morrison que le explicara cuáles eran sus planes para la serie y supo adaptarse a ellos para llevarlo todo a buen puerto (el dibujante Robertson no permaneció demasiado, y su puesto fue ocupado por otros artistas como Jonathan Wayshak o Brian Stelfreeze). Así que lo que tenemos aquí, la vibrante deriva de The Authority en otra dimensión, es también un apunte de lo que podría haber sido y no fue.

WildStorm tuvo su momento de gloria a comienzos de siglo y su fulgor se apagó bruscamente en pocos años, pero goza de suficiente prestigio aún como para que el reciente reinicio de su universo haya despertado suficiente expectación en los lectores. Máxime cuando este ha estado capitaneado por el propio Ellis. The Wild Storm es el título de la cabecera con que Ellis y el dibujante Jon Davis-Hunt, desde 2017, andan reinventado los personajes de este fascinante universo de ficción. ECC nos la sirve en tomos, el segundo de los cuales contiene los números 7 a 12, y les recomiendo que les echen un vistazo, pues son de lo mejorcito que hay ahora mismo por ahí.


Malaga Hoy


El Tintín español

'Cuto' es una serie de historietas de aventuras creada por el gran Jesús Blasco en 1935. El autor es uno de los primeros dibujantes nacionales que ha triunfado en el extranjero


GERARDO MACÍAS
31 Octubre, 2018


'Cuto nº 1'. Guion y dibujos: Jesús Blasco. ECC Ediciones, 2018.

Jesús Blasco (Barcelona, 1919-1995) es uno de los grandes del cómic mundial de todos los tiempos, y de los primeros dibujantes españoles en triunfar en el extranjero, sobre todo en Gran Bretaña (Zarpa de Acero).

Jesús Blasco forma parte de la primera generación de historietistas españoles que, tomando como modelo a los autores americanos de los años treinta, se dedicarían al cómic de forma profesional.

Cuto es una serie de historietas de aventuras creada por Jesús Blasco en 1935, y protagonizada por el personaje homónimo, que, a lo largo de los años cuarenta se publicó en las páginas de la revista Chicos.

El origen del protagonista se encuentra en una serie de historietas que Jesús Blasco publicó en 1935 en la revista Boliche, titulada Cuto, Gurripato y camarilla, que relataba las travesuras de un grupo de chicos, dirigidas al policía de su barrio. El autor se basó para crear la fisonomía de Cuto en la de su hermano pequeño, Alejandro Blasco. La serie tenía un grafismo caricaturesco y estaba dirigida al público infantil.

De ahí pasó el personaje a la revista Chicos, donde protagonizó breves historietas humorísticas autoconclusivas, una serie de cuentos, y una novela por entregas. Es el niño aventurero más emblemático de la historieta española (comparable en este aspecto con Tintín, con quien también comparte el gusto por los pantalones bombachos).

Cuto es un niño español, aunque vive en San Francisco. Trabaja como periodista (otro punto en común con Tintín), lo que le lleva a enredarse en numerosas intrigas policíacas y de espionaje internacional. Sus aventuras transcurren en lugares exóticos, y apenas hay otra conexión con España que la nacionalidad del personaje.

Chicos fue una de las más importantes revistas de la historia del cómic español, y de las pocas que desafió, aunque fuera tímidamente, a la censura franquista.

Cuto es como cualquiera de los lectores de Chicos, pero no vive como ellos: se pasea y habla con chicas, conduce todo tipo de vehículos, viaja por el mundo, se enfrenta a dictadores en los años cuarenta... Pero, claro, como era un niño no pasaba nada, y coló.

En esto fue revolucionario: en vivir los sueños de la calle; en dar voz de forma alegre a ese tiempo de silencio, al largo silencio de la época.

Es divertido ver la rapidísima evolución del personaje, en tan solo seis aventuras y menos de tres años. Con estilo caricaturesco, en El pequeño policía (1940-1941) el modelo es Mickey Mouse, mientras que para El Mundo perdido (1942-1943), el compañero de Cuto ya es de estilo realista a imagen de los dibujos de Alex Raymond.

Con solo quince años, Jesús Blasco ganó un concurso de historietas de la revista Mickey que le abrió las puertas de la industria. Y era tan bueno, que el cómic español se le quedó pequeño enseguida, siendo uno de los primeros dibujantes españoles en triunfar fuera de nuestras fronteras.

Fue tal el éxito de Jesús Blasco que sus hermanos Pili, Alejandro y Adriano decidieron seguir sus pasos formando una de las familias de dibujantes más célebres de la historia. Los hermanos trabajaron por separado hasta 1953. En los años cuarenta, Jesús muestra una actividad y una evolución increíbles, al mismo tiempo que en las páginas de Chicos y de Mis Chicas (la versión para niñas) aparecen progresivamente Pili Blasco, Alejandro Blasco, y Adriano Blasco.

Hay que tener en cuenta que eran adolescentes cuando empezaron a publicar, igual que lo había hecho Jesús antes de la guerra. Pero hay una diferencia: Jesús se espabiló solo, mientras que sus hermanos pequeños lo tuvieron siempre a él como modelo. Lo admiraban mucho, y reconocían su autoridad.

Aliados Alejandro y Adriano con él, Jesús podría producir el triple con su precio, en lugar del precio de sus hermanos, que era más bajo. Además, Alejandro y Adriano individualmente no habrían tenido tantos encargos. Sobre la forma de trabajo, Adriano hacía primero los esbozos a lápiz, Alejandro se dedicaba sobre todo a los fondos y Jesús fue siempre el responsable del entintado y acabado final.

Cuando en los años noventa, la Biblioteca Nacional de París dedicó una gran exposición a los maestros de la bande dessinée del siglo XX, Blasco fue uno de los cincuenta creadores mundiales destacados en la muestra.


Malaga Hoy


Ampliar horizontes

JAVIER FERNÁNDEZ
31 Octubre, 2018

'Impertérrito'. Silvestre. Reino de Cordelia. 64 páginas. 16,95 euros.

La trayectoria de Federico del Barrio incluye obras maestras como la serie Las memorias de Amorós, Lope de Aguirre: La conjura o El artefacto perverso, todas ellas en colaboración con Felipe Hernández Cava, y álbumes tan poéticos, pessoanos, como La orilla, León Doderlin o Tiempo que dura esta claridad. Pero Del Barrio posee también un lado beckettiano, experimental, que asoma en el grafismo de su seudónimo Caín (con el que, y de nuevo junto a Hernández Cava, compone su tira diaria en La Razón) y, sobre todo, en los trabajos firmados como Silvestre.

La máscara metaliteraria debutó a mediados de los noventa en el número 2 de la revista franco-belga Pelure Amère y se concretó rápidamente en el volumen Relations, alumbrado por la editorial francesa Amok, que, por entonces, partía la pana con sus propuestas arriesgadas. Hasta la fecha, Del Barrio nos había regalado dos álbumes excelentes, Relaciones (Sins Entido) y Simple (De Ponent), ambos publicados en 1999, el primero más deslavazado, el segundo más denso, pero no menos juguetón. Y ahora que casi se cumplen veinte años de aquella interesantísima duología, llega a librerías el inesperado tercer acto de la puesta en escena de Silvestre, Impertérrito, en lo que se percibe (sumándolo a la aparición de Tiempo que dura esta claridad) como una apuesta fuerte de Reino de Cordelia por Del Barrio.

Impertérrito ahonda en la investigación del dibujante sobre el vacío y las máscaras, de modo que tiene un mucho de teatral, y tensiona los límites del lenguaje con plena conciencia del hecho creativo. Es una lectura apasionante, que quizá no sea para todos los públicos (aunque no sé yo por qué no debería serlo), con su equilibro entre la forma y la nada, el silencio y los largos textos que se apoderan de pronto de la página. Negro, blanco y gris, las figuras esquemáticas, lo inasible y los borrones simbólicos dialogan en este valioso discurso con el que Del Barrio vuelve a presentar su candidatura para figurar entre los mejores historietistas de nuestro país.


Malaga Hoy

Partes de guerra

En 'El sheriff de Babilonia', Tom King se inspira en sus propias experiencias como agente de operaciones de la CIA para trenzar un violento thriller sobre la posguerra en Irak



JAVIER FERNÁNDEZ
07 Noviembre, 2018

'El sheriff de Babilonia: Edición integral'. Tom King, Mitch Gerads. ECC. 304 páginas. 29,50 euros.


Hoy les traigo tres títulos provenientes del catálogo de DC, con el tema de la guerra interpretado desde ópticas muy distintas. El primero es El sheriff de Babilonia, que vuelve a librerías recopilado en un solo integral. Para el que no lo sepa, se trata de la aclamadísima serie del sello Vertigo de doce números escrita por el guionista de moda, Tom King (que no se cansa de firmar virguerías: The Omega Men, Mr. Milagro, La Visión), y dibujada por un excelente Mitch Gerads. King se inspira en sus propias experiencias como agente de operaciones de la CIA para trenzar un violento thriller sobre la posguerra en Irak. En sus propias palabras: "Por motivos obvios, no podía escribir directamente sobre los asuntos de espionaje que había hecho para la CIA, así que hice una serie policial. Alguien sale herido, alguien intenta ayudar y se pierde algo por el camino. Me parecía una buena metáfora sobre lo que fuera que estuviéramos haciendo por ahí". Como todo lo que escribe King, El sheriff de Babilonia es un tebeo magnífico y absorbente, "una instantánea perfecta", usando ahora palabras de Kevin Maurer, "del Irak de 2003 y de los asuntos turbios que siguieron a la invasión".



El tono sucio de El sheriff de Babilonia contrasta con la luminosidad casi propagandística de DC Comics: Bombshells, y es que el género de superhéroes ha servido siempre como vehículo de las ideas dominantes de Estados Unidos y ahora, por suerte, se está preocupando de reivindicar el papel de la mujer en la sociedad y celebrar la diversidad racial y sexual. La escritora Marguerite Bennett, junto con las dibujantes Marguerite Sauvage, Laura Braga, Bilquis Evely, Mirka Andolfo y Ming Doyle, nos trasladan a los tiempos de la Segunda Guerra Mundial, donde las mujeres asumen la tarea de ocupar los puestos dejados por los hombres que están en el frente. Es en ese ambiente en el que se reunirá un grupo de superheroínas dispuestas a enfrentarse a los enemigos del Eje: Kate Kane (alias Batwoman), Diana de Themyscira (la princesa amazona), Mera (la atlante), Kara Starikov y Kortni Duginovna (estas dos últimas, defensoras de Rusia). Más allá de su perfil ideológico, Bombsells es un cómic fresco, entretenido, sólido en lo narrativo y atractivo visualmente. El primer volumen, Reclutadas, recopila los números 1 a 6 de la serie que debutó a finales de 2017.






Finalmente, quiero recomendarles un clásico protagonizado por uno de esos personajes legendarios que pueblan el universo DC. El libro es As enemigo: Amor por la guerra (Enemy Ace: War Idyll, 1990); y el personaje, el antihéroe Hans von Hammer, piloto alemán durante la Primera Guerra Mundial creado por Robert Kanigher y Joe Kubert en 1965. La presente novela gráfica, escrita y pintada por el fenomenal George Pratt, se enmarca en la vena deconstructiva de finales de los ochenta y primeros noventa, tiene una ejecución impecable y un tono hermoso, melancólico, que no renuncia a la dureza. Casi treinta años después de su aparición, se lee con el mismo gusto que entonces.



Malaga Hoy





lunes, 5 de noviembre de 2018

Relatos de seres extraordinarios

JAVIER FERNÁNDEZ
31 Octubre, 2018



'Navegante en tierra'. Raquel Alzate y otros. Astiberri. 152 págs. 18 euros.

Poéticas y delicadas, pero también tenebrosas e inquietantes, las páginas de Raquel Alzate reunidas en el tomo Navegante en tierra dan noticia de una sensibilidad especial y un sólido pulso narrativo. Llegada del ámbito de la ilustración, la escultura y el modelado de figuras, Alzate lleva años diseminando su obra en distintas publicaciones y volúmenes colectivos. Van aquí historietas realizadas desde 2003 y que vieron la luz en revistas como Tos, Humo, Dos veces breve, Xabiroi, Smoda de El País, El Balanzín, La Resistencia, el libro-disco Mentiroso Mentiroso, de Iván Ferreiro, y álbumes colectivos como ...de ellas, El secreto de la Alhóndiga o Cortocuentos 2. En palabras de Alfonso Zapico: "Los relatos de Raquel [Alzate], como aquellos barcos de antaño, llegan cargados de seres extraordinarios: sirenas, aves mágicas o lagartos con rostro humano".


Malaga Hoy


Aniversario con novedades

JAVIER FERNÁNDEZ
31 Octubre, 2018


'Sordo'. David Muñoz, Rayco Pulido. Astiberri. 80 págs. 14 euros.

Astiberri recupera la estupenda novela gráfica Sordo, de David Muñoz, guionista de la película El espinazo del diablo, y el dibujante Rayco Pulido, ganador del Premio Nacional del Cómic con su obra Lamia. Un grupo de milicianos prepara el sabotaje de un puente en la España de la posguerra, pero la bomba explota antes de tiempo y el protagonista queda ensangrentado, aturdido y sordo, lo que sirve a los autores para prescindir de los diálogos y proponer un interesantísimo ejercicio narrativo. La presente edición celebra el décimo aniversario del álbum y ofrece una nueva rotulación manual, cubierta y guardas, dos páginas más y material extra sobre el proceso creativo de un título que ya prepara su salto a la pantalla grande.


Malaga Hoy

Y siempre se queda


Las obras incluidas en el volumen 'Tiempo que dura esta claridad', firmadas en los años ochenta, son el testimonio de un momento irrepetible en la cultura del país

JAVIER FERNÁNDEZ
31 Octubre, 2018


'Tiempo que dura esta claridad'. Elisa Gálvez, Federico del Barrio. Reino de Cordelia. 80 páginas. 19,95 euros.


De Federico del Barrio me ha gustado siempre todo. Me gustan sus cómics, claro, desde que los leí por primera vez allá por la década de 1980, pero he disfrutado como un mico contemplando sus ilustraciones, leyendo sus largos textos que son poemas en prosa y observando atentamente sus obras de teatro. Del Barrio perteneció a la escudería del Madriz apadrinado por Felipe Hernández Cava, con camaradas de la altura de Raúl o Keko, y esa estrecha ventana por la que se filtró la brillantez al tebeo español ha sido siempre mi parnaso. Cuando me mudé a Madrid, a comienzos de 1998, recorrí como un poseso las librerías en busca de los documentos de aquella etapa: álbumes, pósters, postales, catálogos, quería conocer a Raúl (al que ahora tengo la fortuna de poder llamar amigo) y miraba a diario el periódico en busca de algún acto público que me permitiese acercarme a estos funambulistas que me habían dado tanto. No llevaba ni un mes cuando descubrí el anuncio del estreno de Caín, la obra de Del Barrio, en la sala El Canto de la Cabra y allá que fui corriendo. Aquella noche descubrí que la dimensión humana de mis ídolos era aún mayor que su arte. ¿Cuántas veces vi aquella obrita, a cuántos amigos llevé a verla conmigo? Busco en mis diarios y no encuentro ninguna anotación sobre ello. Creo que estaba demasiado emocionado para anotarlo.

Esa misma emoción me recorre ahora que tengo sobre la mesa Tiempo que dura esta claridad, el hermosísimo libro editado por Reino de Cordelia que recopila las historietas cortas firmadas en los ochenta por la guionista Elisa Gálvez y Del Barrio, junto con otras del dibujante en solitario que participan del "espíritu elisíaco" (entre ellas la inédita que da título al conjunto). Son el testimonio de un momento irrepetible no solo del cómic, sino de la cultura de este país, un tiempo con sus más y su menos, sus aciertos y cagadas, sus joyas y sus timos. Aquí están empaquetados los más, los aciertos, las joyas. En palabras de la prologuista Isabel Bono (hay dos prólogos más, uno de Gálvez y otro de Del Barrio), lo que hacen los autores de Tiempo que dura esta claridad es "dar vida a la vida, ¿existe mayor prodigio?". Y sentencia: "Abrid este libro, abrid bien los ojos, los pulmones y pasad sin miedo al otro lado. Y enamoraos".

Tienen estas páginas aliento poético (esto lo verán escrito en todas las reseñas de la obra) y una elegancia gráfica y literaria fuera de lo común. Algunas de ellas aparecieron en La orilla (1985), de cuando Madrid Cómics era un santuario, y antes y después dispersas en publicaciones tan significativas como la citada Madriz, su heredera espiritual Medios Revueltos o el catálogo Museo vivo. "Éramos jóvenes", dice Gálvez, "y el futuro no nos importaba nada, todo era presente, presente continuo. Es entonces cuando empecé a confundir el arte con la vida y la vida con el arte, hasta hoy. (...) A menudo vuelvo a esos tiempos, tiempos de claridad". He aquí la prueba de que esos tiempos existieron, de que aún existen dentro de nosotros.


Malaga Hoy

domingo, 4 de noviembre de 2018

Paco Roca convierte el tesoro del Odyssey en una novela gráfica de aventuras

El dibujante firma esta ficción junto al diplomático Guillermo Corral, que participó en el rescate de los restos de ‘La Mercedes’, en poder de una empresa cazatesoros

J. A. AUNIÓN

Madrid 2 NOV 2018



Portada de 'El tesoro del Cisne Negro'.

La historia de la pelea entre el Gobierno de España y la empresa estadounidense Odyssey por el tesoro de La Mercedes —un galeón español hundido a principios del siglo XIX— tiene todos los ingredientes de una novela clásica de aventuras: medio millón de monedas de plata y oro, piratas, batallas navales, relaciones internacionales, información confidencial… Así que es casi lógico que haya acabado siendo la base para una novela gráfica titulada El tesoro del Cisne Negro, firmada por el dibujante Paco Roca (autor entre otros de Arrugas, Los surcos del azar y El invierno del dibujante) y el diplomático y escritor Guillermo Corral, que vivió en primera persona todo aquel proceso entre 2007 y 2012 desde el Ministerio de Cultura y la Embajada de España en Washington.

Entre ese punto de partida verdadero que Corral quería llevar hacia la ficción de aventuras clásicas —al estilo de Tintín o Indiana Jones— y que Roca quería mantener en un plano casi de crónica documental, ha nacido esta obra que es un poco las dos cosas. Un libro (publicado por Astiberri, llega a las librerías a finales de este mes) en el que no hay ni héroes ni villanos puros y que acaba siendo un homenaje a unos funcionarios y trabajadores anónimos cuyo esfuerzo no se suele valorar, apunta Corral, aunque culminen hazañas como la de recuperar el tesoro de La Mercedes que había rescatado del fondo del Atlántico, a unas 180 millas al oeste de Portugal, una empresa cazatesoros.

“No hemos hecho un documental, pero es evidente que está íntimamente ligado a la realidad. ¿En qué medida y hasta dónde? Eso se lo dejamos a cada lector. Es parte del juego”, explica Corral sobre un texto en el que hay agentes del CNI (Centro Nacional de Inteligencia), pinchazos de comunicaciones internacionales, presiones de embajadores y congresistas estadounidenses y, por supuesto, una historia de amor. “A mí me hubiera gustado contar más, pero bueno, estamos jugando con muchas personas que son reales.... La pátina de ficción nos salva un poco”, añade Roca.

Ambos cedieron, cuenta el dibujante, para lograr el equilibrio, y, si todos los nombres están cambiados —la empresa cazatesoros del libro se llama Ithaca en la ficción—, los despachos del ministerio que aparecen son los despachos del ministerio y el búnker que sale es como el que custodiaba el tesoro en Estados Unidos; Corral ha conservado imágenes que tomó durante el proceso. Y el ministro se parece tremendamente a César Antonio Molina, el hombre que ocupaba el cargo cuando España decidió llevar a los tribunales a la empresa que había encontrado los restos de La Mercedes y se los había llevado a Florida vía Gibraltar. “En algo así tienes que tener voluntad política. En algún momento alguien tiene que decir: me la juego, voy a ponerles un pleito. Y si sale mal te crujen”, cuenta Corral, que ha ejercido como diplomático en Turquía, Tanzania y Bruselas y ha sido director general de Política e Industrias Culturales y consejero cultural en las embajadas españolas de Washington y La Habana.


Para Roca, ese realismo era fundamental para poder hacer suya la narración en un contexto extraño, no solo por el tipo de relato, sino porque suele trabajar solo. “He intentado llevarlo a mi terreno, con ese realismo y con algunos puntos de humor. Al final, yo creo que, aunque sea un poco distinto, y siendo muy fiel a lo que quería contar Guillermo [que firma como guionista], los lectores van a reconocer que es una historia de las mías, de las que les pueden haber gustado”.

Y lo cierto es que en ella, aunque están todos esos elementos del relato de aventuras, la búsqueda de veracidad ha trastocado las jerarquías tradicionales. Por ejemplo, porque aquí la figura del cazatesoros aventurero no es tan atractiva y la mayor parte de la acción no se narra a través de persecuciones y batallas navales (aunque también están), sino en “conversaciones, despachos, juicios...”, explica Roca. Él, como muchos de los que siguieron en la prensa el devenir del Cisne Negro —nombre que se da a los galeones que conservan el tesoro completo—, empatizaba al principio más con unos cazatesoros que habían hecho el esfuerzo de sacar los restos y que defendían que, sin ellos, nunca habrían salido del fondo del mar. “Pero ahora he comprendido que el valor del tesoro no es el económico, sino que ese patrimonio nos pertenece a todos. Además, vi que habían destrozado el yacimiento para sacar las monedas”, señala el dibujante. Añade, en todo caso, que han huido en su libro de maniqueísmos y moralejas: “Queríamos también crear debate. En estas cosas lo peor que puedes hacer es un panfleto”.

Por su parte, Corral, como protagonista directo entre toda “la gente de patrimonio, del museo naval, los militares, la Guardia Civil…”, quiere dejar algo claro: “La pelea jamás fue por el tesoro; fue por la dignidad y por la memoria como nación. Y no puede llegar alguien a expoliártela y venderla en cajitas de souvenirs”.


Mezcla de estilos para una crónica de dos siglos

El 5 de octubre de 1804, la fragata La Mercedes pasaba frente al cabo de Santa María, muy cerca ya de la Península, procedente de Perú junto a otras tres naves de la Armada española que cargaban los caudales reclamados por el Gobierno dos años antes. Aunque eran tiempos convulsos, su capitán estaba tranquilo porque todas las noticias que le habían llegado confirmaban la neutralidad de España en la guerra que mantenían Inglaterra y Francia. Por eso fue especialmente sorprendente que varias fragatas inglesas de guerra se aproximaran a ellos y les comunicaron su intención de llevarles a su país y quedarse con toda la carga que transportaban. Al negarse los españoles, los cañones ingleses comenzaron a disparar, haciendo saltar por los aires La Mercedes, que se llevó con ella al fondo del mar a sus 249 pasajeros y más de medio millón de monedas de plata y oro.

Un relato similar a este —en el caso del tebeo La Merced— está insertado en mitad del Tesoro del Cisne Negro, de Paco Roca y Guillermo Corral, con un formato muy diferente al resto, esto es, con dibujos clásicos a página completa, como una novela de época. Pero este no es el único juego de estilos de la obra, pues otras veces las viñetas se convierten en mapas, en imágenes explicativas o en esquemas, casi cuadros sinópticos para explicar algún momento de los juicios —una sucesión de sentencias y recursos entre 2009 y 2012—, las enrevesadas conexiones entre servicios de inteligencia o algún caso de compra de voluntades políticas. “Ese es uno de los poderes del cómic y que precisamente en esta historia funcionaba muy bien”, explica Roca. “Cuando tienes que narrar la acción, es muy parecido al cine y está muy bien. Pero a veces eso tiene límites, cuando lo que intentas contar son pensamientos abstractos o estás explicando información muy complicada. Entonces tienes que romper con la idea de que la viñeta es una cámara de cine y usar cualquier cosa que haga que lo que estás contando sea más comprensible. El cómic es un género muy abierto a la mezcla de estilos”, asegura el dibujante.

Y UN POSIBLE SALTO A LA TELEVISIÓN
Las aventuras y desventuras de los restos de La Mercedes también van camino de convertirse en serie de televisión. La editorial Astiberri ha firmado una opción de venta de derechos audiovisuales de El tesoro del Cisne Negro para una miniserie con la productora Señor Mono. Aún no se ha hecho efectiva la venta, explica un portavoz de la editorial, pero en su página web se revela que en el proyecto, “actualmente en fase de escritura”, estarían también involucrados la plataforma Movistar + y la distribuidora alemana Beta Film. El objetivo sería “que el cómic se convierta en una miniserie de seis capítulos que se grabaría en las localizaciones donde se desarrolló la historia”. Esto significaría hacerlo, entre otros lugares, en las aguas del Atlántico, cerca de la costa de Portugal, Gibraltar o Florida.


El Pais

LAS RECOMENDACIONES

JON SEDANO Málaga
Viernes, 2 noviembre 2018


Haunted Love varios autores 150 páginas a color 29,95 euros Diábolo Ediciones

La década de 1950 fue la Edad de Oro del cómic para adultos, pero también su declive. La censura que trajo la Comic Code Authority llevó a la editorial EC Cómics a su extinción, pero antes de que eso ocurriera, quedaron para la posteridad grandes historias macabras. Diábolo Ediciones se encarga ahora de traer a nuestro idioma una recopilación de relatos tétricos, publicados originalmente en revistas para adultos de la época. Las 22 historias a color que se incluyen en el tomo tienen algo en común: sus protagonistas lo pasan mal, muy mal. Con tramas muy dispares entre sí, lo sobrenatural tendrá gran peso en la mayoría de ellas.


Rip Kirby Alex Raymond 312 páginas en blanco y negro 45 euros Planeta Cómic

Después de haber sorprendido a jóvenes, y no tan jóvenes, americanos con las historias de Flash Gordon, Alex Raymond regresó tras la Segunda Guerra Mundial con un nuevo personaje, Rip Kirby. El detective rompía los moldes del género y conseguía sentar las bases de un nuevo cómic policiaco, mezclado con drama romántico, que acompañaría a su autor hasta su fallecimiento en un accidente de coche. A diferencia de otros anteriores, Rip Kirby es un detective mucho más realista, que hace gala de sus dotes naturales para resolver los casos. Publicado en forma de tira diaria, el volumen recopila las publicaciones de 1946 a 1948.


La Patrulla-X Original Vol. 1 Ed Piskor 120 páginas a color 18 euros Panini comic

Aunque se debería de dar un tirón de orejas a quien se encargó de elegir el tipo de papel de esta obra, ya que la edición original no era satinada, se le perdona por haber obsequiado a los lectores españoles de la joya creada por Ed Piskor. Bajo el título Grand Design, o 'La Gran Novela de la Patrulla-X', su autor homenajea a los cómics clásicos de los X-Men con una obra que resume la historia de este grupo de Marvel en volúmenes de gran tamaño. Una edición especial que se vende como destinada al público coleccionista, pero que debido a su calidad y precio, ningún lector de cómics debería obviar.



Colder (Omnibus) Paul Tobin Juan Ferreyra 424 páginas a color 39,95 euros Medusa comics

El mundo de la locura da el salto al cómic. Y no, en esta ocasión no lo hace con Joker, sino con Declan Thomas, un paciente de un manicomio que ve cómo todos arden junto al edificio, salvo él, que se quedará 'congelado'. La temperatura de su cuerpo disminuirá y pasará a estar en una especie de coma durante años, hasta que un día despierta. Pero a la vez que él regresa, lo hace un maléfico ser oscuro que se alimenta de la locura de la gente. Los dos personajes se enfrentarán entre sí en el mundo real y en el onírico, llevando a los lectores y a Reese, otra de las protagonistas, a vivir una pesadilla tras otra.

Elektra: Asesina Frank Miller Bill Sienkiewicz 288 páginas a color 30 euros Panini comics

Panini sigue completando su Colección Frank Miller con las mejores obras de Marvel en las que ha participado. Aunque en realidad, lo difícil es encontrar alguna de la década de 1980 que no rebosara calidad en cada página. En esta ocasión, en pleno cenit creativo, el autor se centró tras concluir la etapa 'Born Again' de Daredevil en un personaje muy ligado al protector de la Cocina del Infierno: Elektra Natchios. La asesina ninja regresa en una obra dibujada por Bill Sienkiewicz, con una carga política que sigue estando vigente hoy día y con un dinamismo que sigue situando el cómic como un referente del noveno arte.




Diario Sur