domingo, 18 de marzo de 2007

Legado de miradas





La trampa acecha a quien dirija la mirada ochocientos o dos mil años atras. No solo miraba de una forma diferente, sino que las formas, los colores y los seres representados significaban con toda seguridad algo diferente de lo que hoy significan, y no siempre sabremos qué.
Como muestra, el caso del león. Compiten en él tres tradiciones: la bíblica, la clásica greco-latina y la germánica. Para la primera, el león era el animal de los reyes, el que los héroes tenian que vencer en combate individual (David, Sanson), y acaba erigiendose en símbolo de Cristo. Por eso es el rey de los animales (aunque tambien los salmos hablan del "leon malvado", que el Nuevo Testamento compara con el Diablo. Pero en los bosques paganos de Europa, ya desde Roma, el animal temible con el que medirse es el jabalí, Y el oso, el animal antropomorfo por excelencia (por su forma de andar y legendariamente de copular) es claramente el rey.
Para ensalzar al león, la Iglesia por una parte identifica al jabalí con el demonio (hediondo, oscuro). Por otra, destrona y ridiculiza al oso (condenado a errar, domesticado, por los pueblos). Pero, ¿que hacer con el "león malvado"? Sus rasgos pasan al leopardo, no al animal real, sino al legendario hijo de la leona y el macho de la pantera, pardus.
El ascenso ideológico del león viene acompañado de su fortuna iconográfica: aparece frecuentemente representado en el Arca de Noé y empieza a formar parte del atuendo de los caballeros. Es el animal más habitual de los blasones.
Extracto de Michael Pastoureau del libro "Una historia simbólica de la Edad Media Occidental"
Es este un ensayo que viene a confirmar lo dificil que es corregir la tentación de interpretar lo que vemos y leemos según la mirada actual.

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