sábado, 1 de diciembre de 2018

Nieve en verano

JAVIER FERNÁNDEZ
28 Noviembre, 2018


'Una mujer en la era Shôwa'. Kazuo Kamimura, Ikki Kajiwari. ECC. 272 páginas. 18,95 euros.

El manga sigue siendo un universo inagotable para el lector occidental, y no hay año que no aparezca un talento desconocido que nos asombre o se recupere una figura histórica que nos deje ansiosos de enviar una nueva sonda a las profundidades del espacio nipón. De esto último, resulta reseñable el esfuerzo que está haciendo ECC por recuperar la obra de Kazuo Kamimura (Yokosuka, 1940-1986), maestro del mismísimo Jirô Taniguchi y dibujante de la conocida Lady Snowblood. Después de ofrecernos dos títulos tan jugosos como Historia de una geisha y el díptico El club del divorcio (ganadora del premio del patrimonio del Festival de Angoulême 2017), ha aparecido recientemente en librerías la hermosísima y terrible Una mujer de la era Shôwa, en la que Kamimura colaboró con el escritor Ikki Kajiwara.

Publicada por entregas en la revista Apache de Kodansha, en los números 7 a 23 de 1977 y 1 a 23 de 1978, esta joyita quedó inconclusa, pero contiene elementos argumentales más que suficientes para poder ser disfrutada como una novela gráfica en sí misma. El manga cuenta la historia de Shôko Takano, hija de un político contrario al sistema que, nada más comenzar, se suicida con un rito de seppuku, y de una bella geisha del barrio de Yanagibashi que es apaleada por la policía y muere en los bombardeos de Tokio de 1945. La niña comienza entonces su vida en la calle, enfrentándose a diario a la crueldad, la violencia y el desprecio de los personajes inmundos que pueblan la posguerra japonesa. Putas que se ajustician entre ellas, soldados estadounidenses que abusan de menores de edad, profesores y compañeras maltratadores en el reformatorio, esta es la fauna que retratan Kajiwara y Kamimura y que acaban convirtiendo a Shôko en una auténtica fiera, carente casi de emociones y maestra en el arte del lanzamiento de cuchillo. Pero más allá del horror, Una mujer en la era Shôwa es un canto a la vida y a la supervivencia, narrado con la ternura y la elegancia de un maestro de la narración gráfica. Un tebeo emocionante y excepcional.

Malaga Hoy

La Era del Homo Superior

Dos obras, una clásica y otra totalmente novedosa, que retratan las primeras andanzas de ese grupo de mutantes conocidos como La Patrulla X


JOSÉ LUIS VIDAL
26 Noviembre, 2018

Mutantes, seres con extraordinarios poderes. Temidos y perseguidos aquellos que los odian. Desde su nacimiento, el grupo formado por el profesor Charles Xavier no solo se ha enfrentado a temibles oponentes con capacidades sobrehumanas, sino que sus peores enemigos han sido esos que han hecho uso de la fobia mutante para tratar de borrarlos de la faz del planeta.



No recuerdo la primera vez que tuve un tebeo (probablemente uno de aquellos tomitos Vértice con los que nos criamos los que ya de pequeños leíamos cómics) de La Patrulla X en mis manos, pero enseguida empaticé con Cíclope, La Bestia, el Hombre de Hielo, El Ángel y La Chica Maravillosa, Jean Grey. No había número en los que no se vieran atacados por Magneto y sus peligrosos acólitos, con el rimbombante nombre de La Hermandad de Mutantes Diabólicos (¡daba miedo solo de escucharlo!).

Pues bien, para esos completistas, los coleccionistas o, simplemente los que amamos esas ya lejanas aventuras, Panini acaba de publicar dos obras imprescindibles: la primera de ellas es el segundo volumen dedicado a recopilar la colección original de The X-Men, creada, cómo no, por Stan Lee y Jack Kirby, que ya en el anterior tomo pasaron la antorcha creativa a otro grande de las viñetas marvelitas, el guionista Roy Thomas que, junto al dibujante Werner Roth, siguió trazando las aventuras del grupo que, como continuó siendo costumbre, no iba a tener ni un solo segundo de respiro.

Entre clase y clase, y sesión en la Sala del Peligro, Scott, Jean, Warren, Hank, Bobby y Charles se las van a ver, número a número, con una auténtica legión de coloridos malos malosos y con temibles planes de dominación mundial o simple destrucción (así son los villanos, ¿qué le vamos a hacer?).



Bajo el ominoso título ¿Quién desafía a los Semi-Hombres?, el grupo se va a ver las caras (agarraos, que viene curvas) con el Amo de las Marionetas, Banshee (sí, al principio del todo era malvado), el Ogro, el Superadaptoide, el Brujo, el Hombre de Cobalto, Juggernaut, los Santos del Diablo (¡), Paria, Tyrannus, el Topo, Mekano, la misteriosa organización Factor Tres (con los que colaboran la Mole, Unus El Intocable, Mente Maestra y el Desvanecedor), Frankenstein, Grotesco, Magneto (hombre, él no podía faltar), Cuer
vo Rojo, Maha Yogi, Cómputo, Semi-Hombres, Mesmero, Erik el Rojo y Blastaar… Y seguro que me dejo alguno por el camino.

Con nombres así, cómo no íbamos a engancharnos a sus aventuras, en las que conoceremos la verdadera identidad del brutote que se oculta tras el casco de Juggernaut, o el papel que juega la joven llamada Lorna Dane en el futuro del grupo, por no hablar del terrible plan de Factor Tres, una misteriosa organización…

Ah, por cierto, en este tomo, además de Roth, entre otros, podremos disfrutar de las páginas de Jim Steranko y un jovencito Barry Smith… Igual os suenan de algo.

En fin, aventuras y diversión en una serie clásica por méritos propios.




Y de ahí saltamos, sin abandonar el tema, a la otra novedad. Se trata de X-Men Grand Design, y en ella, su autor Ed Piskor, que se ha criado entre las viñetas de los tebeos de superhéroes, se convierte en meticuloso archivista de la historia de La Patrulla X original, y lo hace de una manera única, utilizando una narración lineal que nos lleva al principio de los tiempos y constata que los mutantes nos son producto de la Era Atómica, sino que siempre han existido.

El encargado de registrarlo todo es Uatu, el Vigilante, que desde su privilegiada visión va a partir del nacimiento de Charles Xavier y Magnus, las dos caras de la misma moneda mutante. Uno siempre abogará por la paz y el entendimiento entre el homo sapiens y el homo superior, y el otro más bien todo lo contrario, ya que ha sufrido en sus carnes el odio más descarnado.

Piskor, que proviene del mundo del comic underground, y comenzó a ser conocido por ilustrar la experiencia cinematográfica de uno de los grandes del tebeo independiente norteamericano, Harvey Pekar, en American Splendor: Our Movie Year y con el que volvería a trabajar en más ocasiones (Macedonia, The Beats: A graphic story).

Creador de Hip Hop Family Tree, en el que repasaba exhaustivamente la historia de este género musical, utiliza los mismos recursos narrativos y colocar en orden toda la información y hechos acaecidos en la ya larga historia de los mutantes.

Visualmente, Ed Piskor se confiesa fan irredento de Robert Crumb, por lo que no esperéis ver aquí poses superheroicas. El autor tira de un estilo gráfico que proviene del underground, en unas páginas amarillentas que rememoran a aquellas baratas con papel de baja calidad.





Y lo hace con un formato gigante, convirtiendo a su obra en un 'libro objeto', una obra artística tanto por el contenido como por el continente. Vuelves a leer la historia que ya conoces, pero de una forma totalmente diferente, he ahí su acierto. Como complemento a esta primera parte, el número 1 original de X-Men, coloreado por el propio Piskor, junto a la prueba irrefutable de que aquel jovencito Eddie era un friki de los tebeos, como pueden atestiguar una buena cantidad de páginas dibujadas por el chaval. ¿Os gustan los mutantes? ¡Pues no os lo penséis más y corred a la librería más cercana!

Malaga Hoy


jueves, 22 de noviembre de 2018

Antes de la tormenta


La obra maestra de Jason Lutes, 'Berlín, 3. Ciudad de luz', ganadora de cinco premios Eisner, avisa de cómo una sociedad liberal puede acabar abrazando el fascismo




JAVIER FERNÁNDEZ
21 Noviembre, 2018





'Berlín, 3. Ciudad de luz'. Jason Lutes. Astiberri. 176 páginas. 22 euros.

Veintidós años y veintidós capítulos después, la trilogía de Berlín llega a su conclusión con Ciudad de luz, continuación de Ciudad de piedras y Ciudad de humo. Elegida en 2005 como una de las mejores novelas gráficas de todos los tiempos por la revista Time, ganadora de cinco premios Eisner, dos Ignatz y un Harvey, la obra maestra de Jason Lutes retrata la vida de un conjunto de personajes en el Berlín anterior a la Segunda Guerra Mundial, y sirve como aviso de cómo una sociedad liberal puede acabar abrazando el fascismo. Con un estilo gráfico sereno y ordenado, de narrativa limpia, Lutes se aleja de los hitos históricos (a los que dedica solo algún plano suelto, alguna pincelada) y se recrea en las pasiones, las esperanzas, las frustraciones y los fracasos de un periodista desencantado, una aspirante a artista, una mujer que se disfraza de hombre, una niña que defiende la revolución comunista, una familia de judíos; máscaras olvidadas por la historia con las que es fácil identificarse. Y como protagonista absoluta, como deja claro el inicio y el final de Ciudad de luz, la propia Berlín, la urbe que asiste impertérrita al teatro humano y lo devora todo. Poco puedo añadir sobre Berlín que no se sepa, solo me sumo a los que consideran esta larguísima novela gráfica una de las experiencias más gratificantes del medio en sus últimas décadas.





Repasando otras obras norteamericanas del catálogo de Astiberri, les recomiendo la lectura de Un tipo duro, del siempre sobresaliente Jeff Lemire. El canadiense ha demostrado una solvencia inusitada dentro y fuera del tebeo independiente, pues sus trabajos comerciales resultan tan apreciables como los, digamos, más personales, aunque reconozco que son estos últimos los que me hacen considerarlo uno de los nombres imprescindibles del panorama actual (si aún no han leído Black Hammer, no sé qué esperan para hacerlo). En esta onda se enmarca Un tipo duro, la historia de un antiguo jugador de hockey que malvive en una remota comunidad del norte, bebiendo sin parar y desahogando su rabia a base de puñetazos. Hasta allí llega la hermana del protagonista, escapando del maltrato al que le somete su novio, y los dos hermanos se refugian en una casucha aislada en medio del bosque. Secretos familiares y personales, tensiones no resueltas, violencia contenida, la amenaza de la autodestrucción son algunos de los elementos de este ejemplo del mejor Lemire.





Por último, les recomiendo que se acerquen a La joven Frances, novela gráfica de debut del también canadiense Hartley Lin (que ya había ganado diversos premios por su serie de comic-books Pope Hats). Frances es una asistente jurídica cuya mejor amiga decide trasladarse de costa para trabajar en una serie de televisión, lo que le llevará a replantearse su vida monótona. El grafismo de Lin sigue la estela de otros paisanos (qué se yo, Chester Brown, Seth) y su poética tiene también ese poso intimista y el talento para observar lo cotidiano que se opone, gracias a dios, a la tendencia dominante allende los mares.


Malaga Hoy

Secretos desvelados

JAVIER FERNÁNDEZ
21 Noviembre, 2018







'El hombre garabateado'. Serge Lehman, Frederik Peeters. Astiberri. 328 páginas. 26 euros.

El suizo Frederik Peeters, uno de los nombres propios de la historieta europea reciente, regresa a escena con El hombre garabateado. Se trata de un apasionante thriller fantástico escrito por Serge Lehman, protagonizado por tres mujeres: Betty, su madre Maud y su hija Clara, tres personajes que parecen vivos a ojos del lector. La vieja Maud es una escritora de setenta y cinco años a la que un ictus acaba llevando al hospital, lo que acaba desvelando una extraña trama de asesinatos que se remonta a los tiempos de la Segunda Guerra Mundial. Su nieta Clara es la que encuentra el cuerpo de Maud, al mismo tiempo que un hombre enmascarado se cuela en la casa y la pone patas arriba en busca de un paquete que, supuestamente, debía darle la vieja. Cubierto de alas, ataviado con un sombrero, el hombre tiene algo de monstruoso y podría ser el autor de dichos asesinatos, pero eso significaría que tiene ¿cuántos?, ¿cien años? Digo que son tres protagonistas, pero la trama recae sobre todo sobre Betty, que es la que inicia la investigación sobre la misteriosa relación que existe entre su madre, los sueños de su hija, los suyos propios, y la inquietante criatura alada. Ritos paganos, leyendas ancestrales y relaciones humanas se conjugan en un tebeo hipnótico, de agobiante atmósfera, agraciado por la línea y el storytelling vertiginoso de Peeters.


Otro álbum de Astiberri que me ha mantenido pegado a la silla es El vals del gulag, escrito por Denis Lapière y dibujado con Rubén Pellejero. Esta bellísima historia de amor nos conduce a los sinsentidos de la Rusia estalinista de los años 40 y 50. Tras una denuncia anónima, Víktor Kolomeytsev es detenido y deportado a Siberia, y no regresa cuando millares de prisioneros son indultados y regresan a sus hogares. Kalia, mujer de Kolomeytsev y auténtica heroína del libro, viaja a Siberia en busca de su marido y descubre el horror de la vida en el gulag. Terrible como es la historia, Pellejero se las arregla para convertirla en una experiencia muy hermosa, que se devora de principio a fin.


Malaga Hoy


El machismo en Japón


JAVIER FERNÁNDEZ
21 Noviembre, 2018





'Obscenidad'. Rokudenashiko. Astiberri. 184 págs. 16 euros.

Obscenidad, compuesto fundamentalmente de historieta, pero también de textos y fotografías, nos enfrenta al problema del machismo en Japón. Su autora, la dibujante y escultora Rokudenashiko (nombre artístico de Megumi Igarashi y cuyo significado es "inútil" o "incapaz"), fue encarcelada en 2014 por infringir la ley japonesa relativa a la obscenidad al realizar una impresión 3D de su vulva y confeccionar un kayak con esa forma. Conviene tener en cuenta que, en el país nipón, la representación del sexo femenino es un tabú, en tanto existe un festival anual que celebra y venera el pene. El tribunal del distrito de Tokio terminó por declararla no culpable, dictaminando que la figura hecha de colores, piel falsa y purpurina puede considerarse arte pop, pero la herida sigue abierta y obras valientes como esta no dejan, por fortuna, de recordárnoslo.


Malaga Hoy

Fantasía, terror y humor


JAVIER FERNÁNDEZ
21 Noviembre, 2018




'Rumble, 2. Una pena que es locura'. John Arcudi, James Harren. Astiberri. 160 págs. 17 euros.

John Arcudi, guionista de AIDP, y James Harren, dibujante de Conan el bárbaro y la propia AIDP, unen esfuerzos en Rumble, una estupenda serie del catálogo de Image comenzada en 2014, vuelta de tuerca a los géneros de fantasía y terror. Su protagonista es un espantapájaros y dios guerrero que emprendió una guerra hace diez mil años contra monstruos y titanes y que tendrá que redefinir su concepción del bien y del mal cuando despierte en una ciudad estadounidense contemporánea. Acción y humor se dan cita en un tebeo adictivo, del cual se han publicado ya dos tomos recopilatorios: El color de la oscuridad y Una pena que es locura, el primero con los números 1 a 5 y el segundo con los 6 a 10, junto con copioso material extra.




Malaga Hoy

El fofisano

Las historias de 'Gordito Relleno' de José Peñarroya se publicaron en la revista 'Pulgarcito' y tienen como protagonista a un personaje inocentón, pacífico, solterón y sin oficio



GERARDO MACÍAS
21 Noviembre, 2018



'Clásicos del humor: Gordito relleno'. Guión y dibujos: José Peñarroya. RBA Coleccionables, 2009.

El término fofisano se ha puesto de moda en el siglo XXI para describir a un hombre que, aunque hace ejercicio de vez en cuando, no se obsesiona con esculpir sus músculos en el gimnasio, sino más bien al contrario: lleva su barriga con orgullo.

Pero el año 1948, el historietista español José Peñarroya creó en la revista Pulgarcito una serie protagonizada por un personaje fofisano. Se trata de Gordito Relleno.

El protagonista de la serie es sano en un doble sentido. Por un lado, el significado que le otorga la palabra fofisano; por otro lado, el significado que tiene la palabra sano en la sexta acepción reconocida por la Real Academia Española: "sincero, de buena intención".

Pacífico, panzudo y luciendo frecuentemente un bombín, Gordito Relleno está soltero y parece carecer de oficio fijo. Sus buenas intenciones terminan siempre en catástrofes. Inocente hasta decir basta, es víctima frecuente de timos y estafas de todo tipo por parte de desalmados.

Durante una breve temporada, en el año 1950, Gordito Relleno comparte sus historietas con otra creación de Peñarroya, Don Berrinche, antítesis de Gordito, personaje que se esfuerza a conciencia por hacerle la vida imposible, aunque es Don Berrinche quien suele salir malparado.

La popularidad de Gordito Relleno entre los jóvenes hizo que los responsables de chicles Dunkin lo seleccionaran para ser obsequiado con sus productos. Así se hizo en los 60 con muchos personajes de los tebeos de Editorial Bruguera. Su altura es de tres centímetros.

En una subtrama de la historieta Cachabolik Blues Rock (1988) de SuperLópez, el historietista Jan presenta a Martha, un personaje secundario con inclinaciones artísticas frustradas, ya que en vez de pintar lo que ella querría tiene que hacer dibujos de Gordito Relleno, Mortadelo, el pato Donald, Heidi o Mickey Mouse por motivos comerciales. El propio Jan tuvo que dibujar durante muchos años troquelados de estos personajes para sobrevivir. En la página 14 de este mismo mismo álbum, realiza un cameo el propio Gordito Relleno, escuchando música de Mozart.

Sergio Sanchez Morán y José Luis Ágreda diseccionan el mundo de los anuncios de televisión de una manera muy divertida en la revista El Jueves nº 1.802, de noviembre del año 2011, donde aparece Gordito Relleno en la historieta dedicada a los anuncios navideños.

Sin tener nada que ver con el historietista José Peñarroya ni con los cómics, la escritora Fina Casalderrey y el ilustrador Xan López Domínguez narran en la novela Gordito Relleno, publicada en el año 2009, la historia de un niño con sobrepeso y de cómo un hecho ocurrido en el campamento le hace cambiar de hábitos. Temas como la orfandad, la obesidad, el miedo, la soledad, la amistad y la relación padre-hijo se dan cita en este libro. Un niño en el campamento decide gastar una broma con la luz de la pantalla de su teléfono móvil por la noche. Zoel se asusta y sufre un accidente que le hará estar varios días hospitalizado. En la habitación del hospital es donde Zoel comienza a escribir sus memorias.

José Peñarroya (Castellón, 1910-Barcelona, 1975) fue un historietista español de la Escuela Bruguera. Fue portadista de muchas publicaciones de la casa, hasta bien entrados los años 60. Se le considera como uno de los cinco grandes pilares de la editorial en los años 50, junto a Guillermo Cifré, Carlos Conti, José Escobar y Eugenio Giner.

La familia de José Peñarroya se trasladó a Barcelona cuando él contaba solamente con dos años de edad; allí fue donde vivió el resto de su vida. En el año 1942, se ofreció para trabajar en los Estudios Chamartín de dibujos animados, donde conoció a otros dibujantes con los que pasó a trabajar en 1947 para Bruguera, iniciando así la edad dorada de la editorial.

En 1957, José Peñarroya se independizó, junto a otros cuatro importantes autores de Editorial Bruguera, formando la empresa DER junto a Josep María Freixa, dueño de la agencia y editorial Crisol, para crear la revista Tío Vivo.

Durante la siguiente década trabajó en varias revistas de Bruguera: El Campeón, Pulgarcito, El DDT, Ven y Ven. Las series más populares de José Peñarroya fueron Don Pío, Gordito Relleno, Pepe el Hincha, Pitagorín y Don Berrinche.



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