lunes, 26 de junio de 2017

Los delirios de Moebius


 ESTE FRANCÉS DE 72 AÑOS ES ALGO MAS QUE UN MITO DEL COMIC MUNDIAL. EL AURA DE JEAN GIRAUD (O 'MOEBIUS') SE EXTIENDE TAMBIÉN AL CINE Y AL ARTE
CONTEMPORÁNEO. CON MOTIVO DE SU PRIMERA RETROSPECTIVA, EN PARÍS, EL DIBUJANTE MÁS INFLUYENTE DEL ÚLTIMO MEDIO SIGLO NOS DESTRIPA, EN EXCLUSIVA, A SUS CRIATURAS FAVORITAS, POR FRÉDÉRIC POTET Y ANNE FAVALIER


 DIBUJO TRAZOS ALEATORIOS CON LOS OJOS CERRADOS
imagen: La faune de Mars (La fauna de Marte)
Su última obra, en la que inventa una serie de criaturas del planeta rojo y las identifica a la manera de un zoólogo del siglo XIX.

«Este dibujo procede de un pequeño álbum que publicaré en breve. Partí de la premisa según la cual el gesto inconsciente participa en la creación. El juego consiste en ponerme a dibujar trazos aleatorios procurando, con la mayor sinceridad, no tener objetivo alguno. Aparece entonces ante mí una especie de mancha de Rorschach; las condiciones del azar se han creado jugando con mi propia mano,
incluso cerrando los ojos. A continuación, regreso a la razón y doy forma a dichos trazos. Tras unos cuantos dibujos, me vino la idea de que había creado animales fantásticos. Los situé en Marte, planeta que ha servido a menudo de pantalla de proyección de lo imaginario.»


"LO CREÉ POR LAS NOCHES, TRAS EL TRABAJO" 
Imagen: dibujo preparatorio para Arzach
Publicado en 1975-1976 en la revista Metal Hurlant -promotora del boom de la ciencia ficción en los 70-, Arzach convulsionó el cómic de la época al no incluir diálogos y un guión, Moebius dixit: «Sin pies ni cabeza, basado en mis sueños».

«varios motivos me han hecho devolverte la vida a este personaje que creaba por las noches tras el trabajo con un nuevo libro [Norma lo editará en España en verano]. En primer lugar, él mismo solicitó regresar irrumpiendo en Inside Moebius, el diario donde me pongo en escena con mis personajes. Además, mi editorial decidió pasar a algo más ortodoxo con la esperanza de vivir de esto. En la nueva entrega le he hecho hablar, ya que, 35 años después, el contexto ha variado. Entonces, nunca sabíamos si se publicaría el siguiente número de Metal Hurlant. La garantía del impacto editorial era nuestro propio asombro.»


MI PADRE,  SE PUEDE DECIR, desapareció cuando yo tenía tres años. Y me puse a dibujar. Hoy puedo reinterpretar la historia y decir que fui yo quien lo eché.» Así, con sentido del humor, desprecia Jean Henri Gastón Giraud, Moebius, la idea del artista marcado por el abandono paterno. En su caso, de todos modos, aquella circunstancia marcó su infancia en Nogent-sur-Marne, el suburbio de París donde nació, en 1938.

Por un lado, allí conoció las primeras ilustraciones de su vida, una serie del siglo XIX llamada La vuelta al mundo, viviendo en casa de sus abuelos. Por otro, el matrimonio de su madre con un mexicano lo llevó a conocer México con 16 años y, de paso, la pintura, él jazz moderno, el sexo, la marihuana, el desierto y los hongos alucinógenos, seis elementos funda-mentales para modelar el revolucionario estilo que acabaría por convertirlo en la figura más influyente del cómic de los últimos cuarenta años.

De México le fascinó la lectura de Carlos Castañeda, al que descubrió por su colega Alejandro Jodorowsky, y su interés por los misterios del subconsciente; inquietudes que se plasmaron en sus delirantes obras, y revolucionarias para su época, como Arzach (1975) y El garaje hermético (1976). «¿Qué hizo que yo haga lo que hago? —suele reflexionar—. Creo que tengo una morfología energética que me lleva hasta esto. He desarrollado el músculo de la fe, una forma de creencia y de trance.»



 "MI PRIMERA PELÍCULA DE ANIMACIÓN"
imagen: dibujo preparatorio de La Planéte Encoré. Animación en 3D

El primer cortometraje concebido, dibujado y codirigido por el propio Moeblus.
«Ésta es mi primera película de animación. He estado involucrado en varios proyectos como realizador, pero ninguno vio la luz. No diría que el cine me ha dejado tirado, yo lo dejé pasar, pero
ya me tocaba involucrarme seriamente como productor, como con este cortometraje, ES difícil vivir varias vidas a la vez. Hacer el trabajo de Moebius y trabajar con Blueberry ya requiere una inversión considerable. Para lanzarse a hacer cine, hay que ser Hernán Cortés: quemar las naves, no tener otra cosa que hacer.»


 "LO IMPROVISÉ, COMO UN MÚSICO DE 'JAZZ'"
imagen: /Mayor fatal

Es, junto con Arzach, una de sus obras más influyentes de los años 70. Se trata de una saga sobre la superación personal surgida de la improvisación absoluta. «Este cómic lleno de delirios y divagaciones me llevó diez años, con largos periodos de sequía. Está Improvisado viñeta a viñeta,
como un músico de 'jazz' que crea tensión entre una línea melódica y la liberación absoluta. Me gusta hacer un dibujo sin pensar en el siguiente. Se puede conectar este método al inconsciente, pero
también a lo que uno describe en estado de trance. El Mayor, un avatar de mí mismo, es fruto de esta reflexión.»

 
"TIENE MUCHO DE PECKINPAH Y LEONE"
imagen: dibujo de portada de Mister Blueberry, n.° 35 de Blueberry
Con 51 álbumes desde 1963, Blueberry (creado a medias con el difunto Jean-Michel Charlier) fue durante años el trabajo que dio de comer a Giraud.

 «Siempre he intentado hacer películas sobre papel; por eso, el cine es el almacén de imágenes de Blueberry. He dado al personaje los rasgos de actores como Belmondo, Bronson, Eastwood, Schwarzenegger... incluso de Keith Richards o Vincent Cassel (que hizo de Blueberry en el cine). También le debe mucho a cineastas como Sam Peckinpah (me fascinó Grupo salvaje) y Sergio Leone. En cuanto a su amistad con los indios, me siento próximo a John Ford, quien estuvo toda su vida dividido entre el machismo blanco de la conquista del Oeste y su sensibilidad hacia las minorías oprimidas.»



'Experimentación' es para Giraud una palabra clave. Es lo que lo llevó a enrolarse en los 70, durante casi cinco años, en una secta ufológica. «Nunca entré en contacto con un alien, pero vi cosas extraordinarias en los cielos y dibujé mucho», confiesa. De hecho, considera las naves extraterrestres como «ventanas hacia otros planos vibratorios». Tal vez por eso su genio ha marcado también la historia reciente del cine de ciencia ficción, participando en el diseño de obras como Alien, El imperio contraataca, Tron, Willow, Abyss o El quinto elemento.

Hasta la elección de su seudónimo, tomado del astrónomo y matemático alemán August Móbius, tiene un carácter cósmico: «Quería inventar algo sobre mí mismo que fuera más allá de mí mismo. Como una existencia paralela a la mía». O mejor, dos existencias paralelas, ya que Giraud es también Gir, el alias con el que ha firmado su obra más popular: Blueberry, a la sazón, el personaje cuyos ingresos le permitieron dar a luz al resto de sus criaturas. Arzach, el Mayor Grubert, el Incal y demás seres extraños se lo agradecerán eternamente, como hacen ya cuatro generaciones de fans. ■

La exposición Moebius-Transe-forme está abierta en la Fundación Cartier, en París (261 Boulevard Raspail), hasta el 13 de marzo.




"AÑADO HUMOR, PERO QUE NO SE NOTE"
imagen: Inside Moebius II
Con 65 años dejó la marihuana y describió la experiencia en un diario, que dio lugar a esta obra, donde el autor interactúa con sus personajes.


«Mi intención con este relato introspectivo creado sin bosquejo es llegar a dibujar sin preocupación gráfica y con la idea de estar 'hablando'. Me gusta esa limpieza de la estética muy del 68. Es lo que intenté hacer aquí, añadiendo un toque de humor, siempre ha estado presente en mi obra, pero es un
humor clandestino, como alguien que debe permanecer serio y desliza bromas esperando que no se note. Aquí cito a autores de referencia, como Gotlib o Edika, acusándome de querer medirme a esos gigantes. Es también un modo de reconocer que conservo una mente bastante colegial.»


XLSEMANAL   2 DE ENERO DE 2011

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