domingo, 30 de abril de 2017

La escena del cr1men por Ed Brubaker, Michael Lark y Sean Phillips





 ¿Quién dijo que Vértigo era una línea especializada en temas mágicos y fantásticos, que buceaba exclusivamente en el lado oscuro de la psique humana? Para empezar, no hay más que pensar en series como SANDMAN MYSTERY THEATRE O, más recientemente, JONNY DOUBLE, para darse cuenta de la riqueza de la propuesta de Vértigo en lo tocante a los géneros.

Últimamente, otras series se han ocupado de ampliar los horizontes de Vértigo en lo que a temas se refiere, pero ahora vamos a detenernos en la que tienes entre tus manos: una serie publicada originariamente en cuatro números titulada LA ESCENA DEL CRIMEN.

Atención, porque estamos ante una de las más agradables sorpresas que nos ha deparado Vértigo este año. Por muchos motivos. De entrada, por sus autores. El guión es del prolífico Ed Brubaker, autor completo de obras como AT THE SEAMS o DETOUR, y guionista de historias como AN ACCIDENTAL DEATH O VÉRTIGO VlSIONS: PREZ, ambas dibujadas por Eric Shanower y, esta última, ya en el corral de Vértigo. Brubaker ha demostrado ser un autor camaleónico, capaz de enganchar al lector desde la primera página de sus propuestas.

Para seguir, contamos con Michael Lark como dibujante. Sí, os suena; os suena por ser el ilustrador   de TERMINAL CITY, por ejemplo, pero también ha lucido su grafismo en títulos como SUPERMAN:  WAR  OF  THE WORLDS o ALL STAR COMICS. Lo primero, asegurado: la calidad del producto por la capacidad de su creadores.


Luego tenemos el tema; o, mejor, dicho, el tratamiento del tema. Porque LA ESCENA DEL CRIMEN es un cómic de serie negra, de la más objetiva y punzante serie negra. Brubaker plantea la historia en capítulos cortos, con un narrador en primera persona, Jack Herriman, el detective privado, y desenrolla el ovillo argumental paulatinamente, aportando datos que hacen avanzar la acción con el tempo muy medido. Para ello, el guionista plantea un esquema clásico: un detective privado que recibe el encargo de buscar a una persona, sólo que después |as cosas se van complicando, al tiempo que personajes como Kurt, el famoso , tío de Herriman, o Molly,una de las mujeres de papel más vibrantes e interesantes de los últimos tiempos, aportan un tono crepuscular, casi morboso, que confiere un interés añadido a la historia.

Por su parte, Lark abandona parcialmente el exquisitismo estetizante de TERMINAL ClTY (por otra parte obligado en aquella serie) para adaptarse, como hacen los excelentes narradores, a las exigencias del guión. El tono semidocumental y neorrealista de la serie es reforzado por Lark provocando el tratamiento de los contrastes entre luces y sombras, que dotan a la historia de un tono sombrío, tenue, acorde con los sentimientos que se están tratando. Aquí Lark demuestra ser un dibujante narrativo, al servicio de la narración, algo nada común en estos días, hasta el punto de dividir cada página en cuatro tiras y no escatimar viñetas ni información gráfica al lector; eso sí, la información que necesita, al punto, ni más ni menos. De hecho, la estructura narrativa y el diseño de página de LA ESCENA DEL CRIMEN son muy poco comunes en el comic book norteamericano. Brubaker y Lark son conscientes de las necesidades que les plantea la historia y las ofrecen a raudales, poniendo énfasis en provocar al lector las sensaciones que están buscando.

En este caso, además, el trabajo del colorista James Sinclair es básico para el acabado final, ya que se ajusta perfectamente al ambiente que demanda la serie. Añadamos, para terminar con los autores, que el entintador de varios de los números es Sean Phillips, y con ello redondearemos el excelente póker de creadores.

LA ESCENA DEL CRIMEN es uno de esos cómics que pueden leerse más de una vez y que permitirán al lector descubrir nuevos hallazgos en cada lectura. Estamos ante una obra de serie negra, sí, pero también ante una historieta que no necesita de catalogación, porque las pequeñas obras maestras son incatalogables. La personalidad de los personajes es sólida, la estructura narrativa es compleja pero sencilla a la vez, y exige del lector su participación, como sólo los autores inteligentes saben provocar.

Cuando terminéis de leer LA ESCENA DEL CRIMEN sabréis que no me he dejado llevar por el entusiasmo. Sólo obras como ésta saben provocar un entusiasmo que pocas veces nos sabe reservar cualquier medio de comunicación.

Albert Pons

LA ESCENA DEL CRIMEN nº1 y 2 Colección Vertigo nº 117  y 120 Enero y Febrero de 2000. Publicación de Norma Editorial S.A. Barcelona

LOS AUTORES:



ED BRUBAKER
Critico de cine y excelente autor de estética underground, Ed Brubaker entró en el mundo del cómic allá por 1991 con su título LOW LIFE, claramente entroncado en la temática autobiográfica que se puso de moda en el cómic alternativo americano de principios de los noventa.



Esta magnífica serie fue publicada por Caliber en sus dos primeros números, encargándose Aeon Comics de lanzar al mercado los tres siguientes. La periodicidad del título era anual, al ganarse Brubaker la vida fuera del mundo del cómic. Mientras realizaba el quinto y último número de la serie, realizó las tres historias del triángulo amoroso que componen AT THE SEAMS y que editó Alternative Press en 1997, recibiendo el premio Ignatz a la mejor obra del año, además de numerosas nominaciones a otros muchos galardones.



Durante todo este tiempo realizó también diversas historias sueltas para DARK HORSE PRESENTS (entre las que se contaban más historias de LOWLIFE y las de un personaje nuevo, THE TALL.), así como colaboraciones varias para editoriales como Slave Labor, Fantagraphics o Blackthorne. Todas ellas eran narraciones puntuales de entre ocho y diez páginas, sin ánimo de establecer una continuidad dramática.

En 1997 empezó a publicar su nuevo título, DETOUR. De periodicidad teóricamente trimestral, la aparición del segundo número está prevista para el año 2000. Mientras tanto, ha iniciado una brillante carrera como guionista con LA ESCENA DEL CRIMEN, junto a Michael Lark. Tras una historia corta, publicada en la antología VÉRTIGO: AL FILO DEL INVIERNO 2, la miniserie de cuatro números vio la luz en Estados Unidos a mediados del año 1999. Su éxito de critica y público ha posibilitado la creación de una serie regular de LA ESCENA DEL CRINEN que se empezará a publicar en el año 2000. Hasta entonces, Brubaker dedica sus esfuerzos como guionista a un nuevo título Vértigo, DEADENDERS, con dibujos del inglés Warren Pleece.


MlCHAEL   LARK
Con su trabajo en la novela gráfica THE LITTLE SISTER que adaptaba la obra homónima de Raymond Chandler para ese desconcertante editor que es Byron Preiss, Michael Lark se convirtió en un autor bien considerado por los profesionales del medio. Había nacido un dibujante clásico con todas las de la ley, capacitado para dibujar cualquier cosa y especialmente dotado para la ambientación y la iluminación.

THE LITTLE SISTER apareció en 1995, pero Michael Lark ya era un veterano con cuatro años de profesión a sus espaldas. Sus primeros trabajos para la editorial Caliber denotaban a un imitador de Ted McKeever que aspiraba a ser algo más y que tenía un control de la iluminación muy superior al de su modelo. AlRWAVES y TAKEN UNDER (esta última historia serializada dentro de CALIBER PRESENTS) fueron sus principales trabajos para esa editorial antes de ilustrar para Topp Comics EL VISITANTE, cuento de Ray Bradbury adaptado para la ocasión por P.Craig Russell.
 
Teniendo en cuenta su dibujo realista, poco habitual entre la mayoría de sus colegas norteamericanos, era evidente que el principal destinatario de sus esfuerzos sólo podía ser la línea Vértigo de DC Comics. Así, en 1996 inició una relación laboral con esa editorial que ha permanecido ininterrumpida desde entonces. Si bien empezó realizando colaboraciones esporádicas para SHADE, THE CHANGING MAN, con guiones de Peter Milligan, pronto encontró un proyecto propio, más adecuado a sus intereses de creador absoluto, en la mini-serie TERMINAL CITY, formada por nueve números escritos por Dean Motter.


Obra interesante y llena de ideas, TERMINAL CITY se apoyaba en el excelente dibujo de Michael Lark para dar verosimilitud a una trama camp basada en la arquitectura de la ciudad del título. La serie obtuvo buenas ventas y se ganó el apoyo de crítica y público, recibiendo varios premios. Un año después se publicó una segunda miniserie, esta vez de cinco números, titulada TERMINAL CITY: GRAFFITI AÉREO, con el mismo brillante resultado.



A finales de 1997 dibujó una historia para SANDMAN MYSTERY THEATRE (de los números 57 al 60), que guionizó Steven Seagle, y en 1998 realizó SUPERMAN: WAR OF THE WORLDS, un especial de ELSEWORLDS con el que Roy Thomas logró uno de sus mejores guiones de los últimos años. Parecía que cualquier trabajo de Michael Lark, además de un excelente dibujo, también garantizaba una buena historia. LA ESCENA DEL CRIMEN, aparecida en 1999, es un buen ejemplo de ello, ya que el espléndido guión de Ed Brubaker le ha permitido llevar a cabo su mejor trabajo hasta la fecha.

Dos especiales de ALL-STAR COMICS, con guión de James Robinson y David Goyer, recuperando a la antigua Sociedad de la Justicia, son sus últimos trabajos mientras prepara la serie regular de LA ESCENA DEL CRIMEN.


LORENZO F. DÍAZ

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