miércoles, 3 de septiembre de 2014

Un naturalismo veraz y necesario


Nadar es el responsable del guión, dibujo y rotulación de 'Papel estrujado'

VALENTÍN VAÑÓ



Un piano de cola cae del cielo ante el fondo de azoteas de una ciudad quizás reconocible. Como imagen simbólica, la portada de Papel estrujado contiene una sugerencia onírica irresistible. El castellonense Pep Domingo, Nadar, de 28 años, ha entregado un libro de debut que no pasa inadvertido. La ambición de Papel estrujado está en esa portada intrigante, pero también en su considerable extensión. En el actual paisaje del cómic de autor, los historietistas no debutan como antaño, pero incluso así, un primer cómic de 400 páginas, donde el autor es responsable del guión, dibujo y rotulación, es inusual. La vehemencia de Nadar al presentarse en sociedad recuerda a la del norteamericano Dash Shaw, que también se dio a conocer con un muy grueso primer cómic, hace varios años, aunque este Papel estrujado contiene un respeto por cierta ortodoxia formal que aquel Ombligo sin fondo pretendía dinamitar. He aquí una contradicción posible de Papel estrujado: la locura que sugiere la ilustración de cubierta no se corresponde con el orden y la disciplina de su puesta en página y la coherencia de su trayecto narrativo. Con un guión muy trabajado, en un sentido literario, el libro concede espacio a sus personajes para que se muestren tanto en su verdadera esencia, como disfrazados con las máscaras del remordimiento. Este afán del autor de ser honesto con la psicología de sus criaturas es relativamente infrecuente. Mi hipótesis es que Nadar ha sido tan sensible a las fracturas emocionales de los personajes que ha dejado que la trama se alargase y enrocase, sin preocuparse en exceso por las arritmias. Cabe el interrogante de cómo habría sido este libro si se hubiera mantenido el tono elevado del brevísimo y sutil prólogo. Papel estrujado es una novela de historias cruzadas contemporáneas, con varios personajes necesitados de redención. Aunque el autor se confunde, en ocasiones, con sus propias trampas narrativas, el disfrute está en el recorrido. En cada escena, diálogo, escenario se revela imprescindible, veraz, el naturalismo de Nadar: es extraordinaria su habilidad para recrear el ambiente urbano, los interiores familiares donde transcurren nuestras vidas.

Papel estrujado. Nadar. Astiberri. Bilbao, 2013. 400 páginas. 19 euros


El Pais. Babelia. 30.08.14

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