domingo, 17 de agosto de 2014

MATT WAGNER´S GRENDEL TALES. LOS OTROS GRENDELS


 Arriba: primer número de Grendel Tales. Editorial Cómico 1990. Se incluía con el n° 40 de Grendel. Abajo: viñetas de esa historieta, por Steve Seagle y Che Anderson

GT: Devil worship
El primer GT fue publicado en 1990 por Cómico como una historia adicional al número 40 de Grendel, en lo que pretendía ser un adelanto de una nueva colección que, por los problemas económicos de la editorial, no vería la luz hasta unos cuantos años después cuando Wagner trasladó su personaje a Dark Horse. Che Anderson fue el encargado de ilustrar las 24 páginas del relato en un estilo bastante influenciado por el de Howard Chaykin. El guionista respondía al nombre de Steve Seagle; autor de reconocido prestigio en la actualidad gracias a su colaboración con el propio Matt Wagner en Sandman Mistery Theatre y a su labor en House of Secrets.

La anécdota que nos narra este primer GT consiste en el proceso de concienciación de un joven universitario obsesionado por la figura de Grendel -hasta el punto de estar realizando su tesis doctoral sobre la influencia social y política de dicha figura-, Devil Worship ejemplifica la perversión de la figura de Grendel mediante su utilización por El Sistema, y plantea la cuestión sobre el lugar en el que se encuentra depositado ese espíritu -el propio Wagner contestaría esa pregunta años más tarde en Grendel War Child-: así, el mismo protagonista llegará a preguntar a la persona que encabeza el movimiento contra El Sistema sí ella misma es una encarnación de Grendel; respuesta que finalmente queda a interpretación del lector.

GT: Four devils, one Hell
El primer GT editado por Dark Horse tiene como artífices a James Robinson y Teddy
Kristiansen. No se trata del primer contacto de Robinson con la creación de Wagner, habiendo ya escrito una historia corta, de titulo Devil s Whisper y dibujada por D'lsraeli -historietista con una estética cercana al underground-, que se publicó en la antología británica A1 de la editorial Atomeka Press durante el periodo en el que la serie pasó de Cómico a Dark Horse.

Cronológicamente se sitúa entre los números 15 y 16 de la serie Grendel y su protagonista es un detective de policía que decide utilizar la mascara de Brian Li Sung -tercera encarnación de Grendel- para vengar la muerte de su hermana. La cosa no resulta tan sencilla, sobre todo cuando el espíritu que hay dentro de la mascara comienza a afectar al comportamiento del detective.
Por su parte Four devils, one Hell es una obra que a todos los niveles se muestra como un producto muy elaborado. Robinson va dosi-


 Arriba: viñeta del capítulo 4 de Four devils, One hell, por Robinson y Kristiansen. Dark Horse, 1993.
Abajo: portada del n° 4 de Four devils, one hell.



 ficando cuidadosamente los elementos informativos -para lo que va alternando distintos tiempos narrativos- con el fin de que el lector quede atrapado en la trama; al igual que Kristiansen realiza un grafismo que seduce al lector por su atractivo estético. A tenor de lo que Wagner nos dice en la introducción del tomo recopilatoho de los seis episodios de la obra, Robinson es un experto conocedor del universo grendeliano y de hecho su serie es la más fiel al espíritu del trabajo del creador del concepto original, con un aprovechamiento mayor que sus compañeras de colección de los elementos ideados por Wagner -por ejemplo, los vampiros que adquirían protagonismo en la última saga de la colección de Cómico-.

Robinson demuestra una gran capacidad para definir y matizar los personajes apenas en su primera intervención -ver el modo en el que define en una sola pagina, de una sola viñeta, el personaje encargado de custodiar las obras de arte con el que entabla relación la Grendel británica-. Pero por si esto fuera poco, lleva a cabo un gran trabajo de creación y construcción de personajes, destacable además en el caso de los cuatro Grendels principales desde el punto de vista del mito grendeliano :
- El jugador representa la encarnación más cercana al Grendel original, Hunter Rose, a través de su gusto por el juego en sí mismo, independientemente de cual sea el premio, y sobre todo por la perfecta asunción de una cierta falta de moralidad -como mecanismo compensatorio para mantener su cordura- que le lleva a alternar buenas obras con las más absolutas canalladas.
- El contable supone una especie de híbrido entre Brian Li Sung y el Arlequín de los episodios de Grendel realizados por Wagner y John K Snyder; mostrando el efecto del manto de Grendel sobre un individuo superado por las circunstancias.
- La Grendel británica es la encarnación de sentimientos más puros, la más inocente y a su vez más cercana a Christine Spar; una mujer que aún a pesar de utilizar medios hipotéticamente rechazables, persigue un fin loable.
- Y por ultimo, el jefe del Klan de Grendels de Nueva Orleans que consiste en la encarnación extrema del concepto Wagneriano, desarrollándolo tanto que casi lo pervierte. Su intención de eliminar todos los descendientes de Hunter Rose para reencarnarlo en el último de ellos y posteriormente, tras vampirizar a todos los Grendels de la ciudad, volarlo todo por los aires con una bomba atómica representa el más puro nihilismo.

Teddy Kristiansen se revela como un dibujante muy personal, con un montaje muy variado y dinámico, que lleva a cabo una concepción visual de los personajes brillante y original -especialmente destacable es la manera en la que difumina el rostro del jugador a la hora de dibujarlo-. Demuestra además un gran dominio del color, consiguiendo con él y con su peculiar estilo de dibujo la creación de una poderosa atmosfera envolvente para el relato, para lo que suele utilizar determinados tonos en las partes basadas en cada uno de los protagonistas: por ejemplo, en las secuencias del Contable, coloreadas en tonos verdes luminosos, o en las del detective, realizadas con marrones apagados.

GT: Devils Hammer
La exploración del aspecto religioso del concepto conocido como Grendel es el tema que planea sobre la segunda miniserie de GT: tres episodios producto del talento del autor canadiense Rob Walton. Su protagonista será el único superviviente de una aldea, que se unirá a la genocida banda de Grendels como método para posibilitar y facilitar el desarrollo de su venganza contra ellos. Las profundas creencias religiosas del personaje, solapadas con los efectos de convertirse en un Grendel, irán modificando su comportamiento hasta un desenlace en el que asistiremos a la susodicha venganza, acompañada de un exorcismo.

  Arriba: portada del n° 1 de GT Devil 5 hammer. Dark Horse, 1994.
Abajo: portada del n° 1 de GT The devil in our midst, de Seagle y Paul Grist, La portada es de Wagner. Dark Horse, 1994

El trabajo de Walton en el guión se centra en el proceso interno del personaje y en ese sentido algunas partes pueden resultar excesivamente remarcadas, aunque por otro lado el desarrollo de la trama en términos globales está realizado de una forma ágil. Como dibujante puede resultar en ocasiones algo blando o estático, pero posee un estilo bastante original que en conjunción con el luminoso coloreado de Bernie Mireault da como resultado un apartado gráfico tan poco habitual como el guión.

GT: The devil in our midst
Cinco episodios forman esta nueva miniserie en la que volvemos a encontrar al guionista Steve Seagle, acompañado en este caso del dibujante Paul Grist, autor célebre por su trabajo en la serie Kane.

En una definición grosera podíamos decir que se trata de la versión grendeliana de El enigma de otro mundo -o La cosa-. El arranque de la trama coincide con el momento en que los integrantes de una Estación polar, que se encuentra incomunicada, rescatan a un Grendel cuando está a punto de ser devorado por los lobos. Los problemas comienzan cuando éste es trasladado a la Estación ante el rechazo que origina entre alguno de los habitantes de dicha estación por su condición -de intruso- y naturaleza -de Grendel-. El asunto se complica todavía más al aparecer una plaga desconocida, de la que culpan al intruso, que está matando a los habitantes de la Estación tras volverlos locos. El remate definitivo aparece al ir estableciéndose una relación afectiva entre el Grendel y la directora de la estación, viuda de otro Grendel.

La idea principal, sobre la que se sustenta toda la narración, es la del remordimiento y la culpa; o más exactamente, el exorcismo de ambos elementos a través del sacrificio. La historia esta contada en dos tiempos, con una narración principal, desarrollada en la Estación, que se va alternando con una serie de flash-backs/delirios febriles sobre el pasado del intruso -que muestran desde su alistamiento hasta los eventos que motivan ese remordimiento y que le obligan al sacrificio final-. Analizando el aspecto grendeliano, The Devil in our midst es una narración muy cercana a los episodios de la serie principal realizados por Wagner y Bernie Mireault, The Devil inside, al incidir en las repercusiones que la aceptación del manto de Grendel supone para personajes de carácter débil o de convicciones no suficientemente férreas.


Portada del n° 4 de GT Devil 's choice , por Macan y Biukovic. Dark Horse, 1995.


Paul Grist realiza un trabajo muy esquemático, cercano al dibujo humorístico, poco expresivo y rígido en ocasiones, pero bastante original. Ese mismo esquematismo del lápiz, que en su serie Kane esta compensado por los contras¬tes de blancos y negros, tiene aquí como efecto que el resultado final este mediatizado por el colorado -de nuevo realizado por el colorista oficial, Bernie Mireault- que presenta unos tonos demasiado vivos o brillantes para el tipo de historia desarrollada.

GT: Devils and deaths/Devil's Choices
Antes de comenzar este nuevo apartado debo decir que no tengo intención de ocultar mi fascinación por los autores que vamos a tratar a continuación. Darko Macan y Edvin Biukovic son dos historietistas croatas cuyo trabajo en esta serie ha constituido una de las más mayúsculas sorpresas que ha generado el cómic en la presente década -tal vez por ello sean el único equipo que ha realizado dos minlseries en GT-. La cuestión es que no solo desarrollan un trabajo de gran calidad, si no que además sus obras presentan una riqueza de matices, una originalidad en los tratamientos y una frescura de planteamientos, que hace que sea imposible encontrar reminiscencias de otros autores y resulte difícil asumir que estemos ante dos historietistas con tan corta trayectoria.

Devils and Deaths, su primer trabajo en la serie, es una historia en dos partes que reflexiona sobre el deber, la responsabilidad y la dignidad; dignidad ante la vida y ante la muerte. Un rápido resumen del argumento nos presentaría a un veterano Grendel, Drago, que ante la enfermedad incurable -por efecto de una contaminación- que padece, decide presentarse voluntario para una misión complicada, como última oportunidad para tener un fin digno de un guerrero.

Las complicaciones se multiplican cuando el jefe de su Klan decide, por desconfianza, mandar tras él otra Grendel más joven, deseosa de promocionar. Finalmente, el propio jefe del Klan padecerá los efectos de esa misma promoción a cualquier precio que propiciaba cuando su propio hijo, un niño que apenas llega a la adolescencia, planee y desarrolle su eliminación para hacerse con el poder.

Devil's Choices resulta bastante más compleja que su predecesora -de hecho, es junto con Four devils, one Hell el GT más complejo-. Su arranque resulta ya demoledor y muestra de forma concisa por qué derroteros va a discurrir la narración. La acción transcurre diez años después de la de Devils and Deaths, y en su primera secuencia encontramos a una serie de miembros de un Klan que al avanzar por un bosque descubren a otro Grendel, perteneciente a otro Klan rival -que resulta ser Goran, el hermano pequeño de Drago-, al sonar en el receptor de radio de éste una llamada cuando intentaba evitar al enemigo. Establecido el conflicto, y una vez que Goran elimina a sus cuatro oponentes, contestará a la llamada para descubrir que la información que pretendían trasmitirle por parte de la jefatura de su Klan -que sigue obstentada por Igor, el niño que había derrocado a su padre en la anterior miniserie, ya crecido-, era que la guerra entre ambos Klanes había cesado dos días antes.

Los cuatro números que abarcan esta segunda serie croata, inciden en más profundidad en el tono de crítica a los conflictos bélicos que aparecía ya latente en la primera. En contra de lo que pueda presuponerse, no se trata de una típica narración antibélica y antimilitarista que derive hacia sentimentalismos fáciles y ramplones; Macan y Biukovic desarrollan un trabajo mucho más profundo y complejo, dejando que las consideraciones morales surjan inherentes a las acciones, de modo que sea el lector el que saque sus propias conclusiones. De esta manera, lo que la serie nos muestra son una serie de klanes cuya principal afición es masacrarse unos a otros, o incluso entre sus propios miembros; todo ello en una especie de ambiente de guerra perpetua. En resumidas cuentas de lo que Devil's Choices nos habla es del amor, del odio, de la confianza, de la traición, del dolor, de la indiferencia ante el dolor ajeno, de la vida, de la muerte... y en definitiva de todos esos factores que contribuyen a que la gente se mate entre sí.


  Arriba: portada del n° 1 de GT Devil's and deaths, Macan y Biukovic, portada de Wagner. Dark Horse, 1994.
Abajo: anuncio publicitario de Grendel, ilustrado por Wagner.

En el apartado técnico Darko Macan es un guionista con una especial capacidad para construir los personajes, y una mayor todavía para destruirlos de forma demoledora cuando menos te lo esperas. Ello contribuye de forma definitiva a que sus obras sean difíciles o imposibles de predecir en su desarrollo argumental. Macan es un dialoguista destacable, que además no utiliza nunca textos de apoyo, sin que ello signifique una acumulación de esos diálogos. El resultado es el de dos obras muy visuales, en las que la información se trasmite preferentemente mediante las Imágenes -a veces sirve solamente con la mirada de un personaje-y mediante unos diálogos muy bien escritos, ágiles y creíbles.

Llegamos ahora a una de las partes más temidas por mi de todo este texto: aquella en la que debo explicar el porque de mi fascinación por el dibujo de Edvin Biukovic, máxime teniendo en cuenta que tan solo el intentar definir el trabajo de este autor me resulta bastante difícil. Pienso que la mejor definición es decir que consiste a la vez en lo mismo de siempre -el dibujo de un tebeo respetando las reglas del medio, sin innovaciones revolucionarias- y por otro lado resulta ser un trabajo único y original. Biukovic es un dibujante realista que suele presentar pequeñas caricaturizaciones en la expresión, aunque no tan marcadas como las de Teddy Kristiansen; de hecho, en algunas ocasiones, su estilo puede recordar al de Carlos Giménez. Por otro lado es un dibujante muy visual, que sabe dotar de movimiento a sus dibujos y que presenta un gran dinamismo a la hora de narrar utilizando esquemas de montaje muy cuidados y poco repetitivos.
El coloreado sirve, finalmente, como ratificación de que estamos ante dos obras redondas.

Matthew Hollingsworth, su responsable, desarrolla un trabajo muy atractivo estéticamente y muy luminoso, con una utilización preferente de determinados tonos, persiguiendo la ambientación de la obra y respetando siempre el trabajo del lápiz, para no restarle intensidad. En definitiva, el mejor trabajo con el color que se haya realizado en todas las obras sobre la creación de Wagner.
La versión que ambas mlniseries dan del concepto de Grendel hace especial hincapié en la figura del guerrero, en un sentido que si bien puede parecer bastante clásico, presenta varias particularidades que derivan principalmente de la introducción de elementos grendelianos. Se hace además una clara diferenciación entre el soldado, que desde el reinado de Orion Assante es la representación oficial o formal del Grendel, y el guerrero, al que se puede considerar como heredero real de ese espíritu grendellano. Esa mezcla de elementos clásicos y modernos, utilizada en la construcción de la figura del guerrero, aparece a distintos niveles, y un hecho tan

 Arriba: portada del n° 1 de GT Homecoming, por Pat McEown y Dave Cooper, portada de Wagner. Dark Horse, 1994. 
Abajo: viñeta de GT The devil may care, por Terry LaBan y Peter Doherty. Dark Horse, 1996.

 aparentemente superfluo como el que el arma que utilicen de forma prioritaria sea la espada, es una buena muestra de ello: al posibilitar a la vez un elemento diferenciador para la figura del Grendel, un tono romántico a la narración -no hay que olvidar que ante el desarrollo de la tecnología no es precisamente el arma más efectiva- y un elemento que desde el punto de vista visual permite un gran desarrollo de aspectos estéticos y dinámicos. De hecho es en el trabajo de Macan y Biukovic, seguido por Grendel War Child y GT.Four Devils, one Hell, donde mejor mejor desarrollo se consigue dar a este aspecto genuinamente grendellano.

Cronológicamente situada entre las dos de los croatas, esta obra supone el regreso de Patrick McEown al mundo del personaje creado por Wagner -la particularidad reside en que en este caso McEown es también el responsable del guión-, viniendo además acompañado de uno de los personajes de Grendel War Child: la guardaespaldas y amante de la hija de Orion, de la que se nos mostrará el destino posterior, toda vez que abandonase su puesto ante el rechazo por parte de su amada. La historia es la del regreso a casa del personaje, y los graves problemas que se plantean, con trágico desenlace incluido, cuando retoma la relación con su primer amor gracias al efecto que esto acarrea en la banda de macarras local -Orion's bastards-.

La obra consiste en una anécdota de uno de los personajes de la serie, sin que existan demasiados elementos grendelianos. Su principal interés reside en el trabajo de McEown que como guionista presenta una gran sensibilidad a la hora de mostrar las relaciones entre mujeres y que como dibujante realiza un trabajo diametralmente opuesto al de Grendel War Child. Ello puede deberse a que aquella era una obra de acción, mientras que Homecoming se centra preferentemente en las relaciones ente personajes -solo el último de los tres números que la componen presenta una fuerte carga de acción. Además cabe reseñar que se trata del único GT con una participación directa del propio Wagner, que colabora con McEown en los diálogos.

McEown elabora un dibujo menos realista y no tan visual o dinámico, centrándose más en elementos como la creación de una atmosfera o la utilización del estilo de dibujo más adecuado para la trasmisión de sentimientos que pretende realizar. El dibujante de origen canadiense Dave Cooper es el responsable del acabado del dibujo de McEown, realizando un trabajo directamente pintado, sin apenas tintas, que presenta un look final más cercano al cómic underground que a Grendel War Child.

GT: The Devil may care
Los seis números que abarca The Devil may care presentan como autores a Terry LaBan y Peter Doherty, desarrollándose la acción en Indianapollis. Los Grendels en esta ocasión consisten en un Klan que viene a ser un híbrido de una banda de motoristas y una tribu gitana. Los actores principales de la función son el jefe del Klan, Hack, y la directora del Hospital de la ciudad, Dana. A pesar de las diferencias entre ambos -una intenta arreglar los estropicios de los muchachos que el otro encabeza-, entre ellos se establecerá una relación afectiva; no tan extraña si tenemos en cuenta que la principal motivación -oculta, por supuesto- de Hack para seguir asumiendo el manto de jefe es la de intentar minimizar el efecto devastador de sus Grendels. Como complicaciones adicionales a la relación de la pareja están, por un lado, el hijo de Dana empeñado en convertirse en un Grendel -algo que Hack impedirá a instancias de su amante-, por otro, la conspiración de los lugartenientes de Hack para eliminarlo al considerar que se esta ablandando y finalmente, un siniestro personaje que con una mascara negra se dedica a matar Grendels.


  Arriba: portada del n° 4 de GT The devil may care, por Terry LaBan y Peter Doherty. Dark Horse, 1996.
Abajo: viñeta de The devil 's aprentice, por Jeffrey Lang y Steve Lieber. Dark Horse, 1997.
Portada del nº2 de GT The devil's aprentice, por J. Lang y Steve Lieber. Portada de Wagner Dark Horse, 1997.


Es en la descripción de ese vinculo entre los dos protagonistas -y de los procesos mentales simultáneos a su establecimiento- donde mejor responde el trabajo de LaBan y Doherty; demostrando una especial sensibilidad en lo referente al machísmo inherente a lo que se entiende habitualmente por relación de pareja, incluyendo la componente sexual. En cuanto al apartado gráfico, Peter Doherty presenta un estilo que mentalmente podría definir como situado entre Timothy Truman y Colín Wilson. Lo cierto es que como buen dibujante inglés, su acabado es ligeramente tosco, su lápiz no especialmente atractivo -tampoco feista-, su construcción de página bastante clásica y el montaje no especialmente dinámico. En rasgos generales es un dibujante correcto -pero de algún modo misterioso, atractivo- cuyo punto fuerte reside en la visualización de la acción, presentando unos encuadres muy cuidados y utilizando con asiduidad y acierto una gran gama de angulaciones.

En lo referido a la exploración del concepto que Grendel representa The devil may care se demuestra menos complejo que sus compañeros de colección Sus seis episodios inciden primordialmente en la idea de la responsabilidad como elemento ineludible al comportamiento humano. La cuestión no es que ésta exploración no esté bien desarrollada, lo que sucede es que la responsabilidad -en el amplio sentido de la palabra- es un concepto que se aleja de lo que Grendel representa o, al menos, que no consti-tuye uno de los elementos principales de lo que podíamos definir como el mito Grendeliano.

GT: The Devil's apprentive
El último GT publicado hasta el momento consiste en una historia en tres partes que gira en torno al concepto de herencia, tanto desde el punto de vista grendeliano como desde el de la cultura de los indios de Norteamérica. Jeffrey Lang y Steve Lieber nos narran la historia de un joven Grendel -hijo de otro Grendel- último representante de una tribu india, y que, a raíz de la aniquilación de su Klan a manos de los vampiros y de la vampirización de su propio padre, es educado -como miembro de su tribu- e instruido -como Grendel- por su abuela, en previsión del enfrentamiento final e inevitable con su progenitor. Por desgracia Lang y Lieber no van más allá, centrándose más en la anécdota del enfrentamiento paterno-filial que en Intentar explorar o Integrar en la figura de Grendel las nociones de origen y herencia: quien eres, de donde vienes y como condiciona eso tu comportamiento.


 Arriba: viñetas de Devil child, por Diana Schutz y Tim Sale. Abajo: portada del n° 2 de Grendel devil child, guión de Schutz y dibujos de Sale. Ilustración de portada Sale y Wagner. Dark Horse, 1999.





Jeffrey Lang desarrolla un guión fluido, fácil de leer, pero sin la densidad de otros GT. Se agradecería además, el que hubiese intenta-do introducir con mayor profundidad elementos de la cultura de los indios norteamericanos en el relato. Steve Lieber realiza un trabajo más acabado que el que planteaba en la serie de Hawkman o en sus episodios de Batman, perdiendo en el camino algo de la espontaneidad que poseía su lápiz. Se trata de un buen historietista que aquí se ve excesivamente mediatizado por la extensión del relato que le obliga a comprimir su trabajo, introduciendo demasiadas viñetas por página, algo que no beneficia a su estilo como dibujante.
Hasta aquí el listado de los GT existentes hasta el momento; queda una última obra que no es técnicamente un GT, pero que tampoco tiene participación directa de Matt Wagner. Porque por primera vez, se ha realizado una obra del ciclo central de Grendel sin que Wagner realice, al menos, el guión. Guión, eso sí, que ha sido llevado a cabo por la que es la persona más autorizada en la materia, tras el creador del personaje: su editora Diana Schutz.

Se trata de dos episodios, que bajo el título Devil Child, narran la historia de los años perdidos de Stacy Palumbo -aquellos que van desde la desaparición del primer Grendel, hasta su muerte: incluyendo el tiempo que pasó fuera del sanatorio mental y en el que concibió Christine Spar, su hija y a la par segundo Grendel-. Devil Child es una obra increíblemente bien escrita, con una narración siempre elegante a pesar de algunos detalles escabrosos que debe contar. Constituye una impresionante descripción de los procesos manipulatorios que se pueden llevar a cabo con una persona, acompañada de una no menos impresionante descripción de los procesos mentales de una enferma mental, valga la redundancia. Creo que lo mejor que se puede decir del trabajo de Diana Schutz en esta obra es que esta al nivel del propio Matt Wagner -algo que creo que solamente se puede decir de James Robinson y de Darko Macan-.

En cuanto al equipo gráfico, es de autentico lujo: con dibujos de Tim Sale y coloreado del mismísimo Teddy Kristiansen.

Tim Sale mantiene para la ocasión las características esenciales de su lápiz, pero adapta su storytelling al de Matt Wagner -principalmente al de Devil by the Deed-, mientras que Kristiansen va adaptando la tonalidad e intensidad de su color a los requerimientos de la historia. Como síntesis también podemos decir que el apartado gráfico está a la altura del propio Wagner.
Estas, junto con las tratadas en el artículo sobre Wagner del primer número, son todas las obras sobre Grendel hasta el momento. En preparación están otra tanda de los Grendel: Black, White and Red y una novela gráfica sobre Grendel-prime -el de Grendel War Child y Batman/Grendel II- dibujada por Wagner y escrita por Greg Rucka. Esperemos que no se hagan esperar, tanto estas, como ediciones en castellano de las obras inéditas.


Publicado en Dentro de la Viñeta nº6, año 1999




1 comentario:

Anónimo dijo...

excelente artículo, he de decir que aunque aprecio el Grendel de Matt Wagner, siempre he preferido los Grendel Tales de otros autores, en especial el "Guerra de Clanes" de Macan y Blukovic, lástima lo del prematuro fallecimiento de su dibujante, y que tengo las otras obras de Macan, casi todas inéditas en España como Cable o Tarzan en alta estima
Victor
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